Verso para Memorizar de mes:
En realidad, sin
fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene
que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan. Hebreos 11:6 NVI
Los estudiantes escriben en su cuaderno:
Titulo de Devocional, Cita Bíblica, 1. La
reflexión y 2. Aplicación para su vida. (Personal)
Día 1 Tarea
en Familia: Este devocional debe ser copiado completo o un buen resumen en el
cuaderno y leer en FAMILIA. LOS PADRES DEBEN FIRMAR EL CUADERNO DEVOCIONAL
EL AMOR NO ES GROSERO
Nada irrita más rápido a los demás
como la mala educación. Ser grosero significa decir o hacer algo innecesario
que le haga pasar un mal momento a la persona que esté cerca. Ser grosero es
actuar en forma indecorosa, vergonzosa o irritante. Podría tratarse de tener
una boca sucia, malos modales en la mesa, el hábito de hacer bromas
sarcásticas, decir malas palabras y en fin hacer cosas desagradables. Desde
cualquier punto de vista, a nadie le gusta estar cerca de una persona
grosera. La conducta grosera puede parecerle insignificante a quien la
practica, pero es desagradable para los que están cerca. Como siempre, el
amor tiene algo para decir al respecto. Cuando una persona es impulsada por
el amor, se comporta en forma intencional de una manera que a los cercanos
les resulta más agradable. El amor genuino en CASA cuida sus modales. Adoptar
este concepto podría traer aire fresco a tu familia. Los buenos modales le
expresan a los demás y en especial a cada miembro de la familia: “Te valoro lo
suficiente como para ejercer algo de dominio propio cerca de ti. Quiero ser
una persona con la que sea un placer estar”. Cuando permites que el amor
cambie tu conducta (aunque sea de la manera más insignificante) restauras una
atmósfera de honor en las relaciones y
SE AUMENTA EL NIVEL RESPETO.
Debes comenzar tú que estás leyendo o
escuchando y no esperar a que el otro lo haga.
El desafío de la semana:
Pídele a alguien de la familia que te
diga con mucho respeto tres cuestiones que le incomodan o le irritan de ti. Y
tú con respeto dile a alguien de tu familia preferible tus padres tres
cuestiones te irritan o incomodan de él o ella, LA REGLA: hacerlo sin atacar
ni justificar tu conducta. Su perspectiva es la importante en este caso.
Simplemente escucha y escribe.
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Día 2
Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el
nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.
Hechos 3:6
Dios... nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.
1 Timoteo 6:17
Dios da
La mayoría de las
religiones describen a un Dios exigente, pero el verdadero cristianismo nos
pone en contacto con un Dios generoso que empieza dando antes de pedirnos
nada. Al recibir a Jesucristo, el regalo de Dios por excelencia,
encontraremos:
–El perdón de
nuestros pecados y la vida eterna.
–Alguien que nos
ama y a quien podemos amar.
–Un Salvador
perfecto, un Amigo, un sabio Consejero, un Maestro digno de ser seguido.
–Una fuente de
gozo permanente para nuestro corazón.
–Certezas para
nuestra alma.
–Una perfecta paz
para nuestra conciencia.
–Un arma para
triunfar sobre el mal y la norma segura para distinguir entre el bien y el
mal.
–El derecho de
tener a Dios como Padre, de ser sus hijos.
–Un sentido a
nuestra vida para el presente.
–Una seguridad
para el futuro, más allá de la muerte.
–Una esperanza,
la del regreso de Jesucristo.
–La promesa de
una herencia celestial junto a él.
Dios, quien desea
llenarnos de paz y de la verdadera felicidad, nos ofrece gratuitamente esos
dones que pueden satisfacer nuestras aspiraciones más profundas. ¿Queremos
recibirlos con humildad?
La Biblia, su
Palabra, nos los dará a conocer, y si la creemos, poseeremos verdaderamente
esos dones y podremos disfrutar de ellos todos los días de nuestra vida.
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Día 3
No te
dejes llevar por la mayoría en su maldad. Cuando te llamen a testificar en un
pleito, no te dejes influir por la multitud para torcer la justicia. Éxodo
23:2
Las ovejas de Panurge
En un rebaño de
ovejas, cuando la cabeza del rebaño cambia de dirección, las demás la siguen
instintivamente a tal punto que si uno de los animales, asustado, se echa por
un barranco, todos los demás lo siguen. Rabelais, escritor francés del siglo
16, ilustró este comportamiento en el relato sobre las ovejas de Panurge.
Agruparse para
hacer todos lo mismo y al mismo tiempo, perdiendo así toda individualidad y
espíritu crítico, es actuar como las ovejas de Panurge. Una multitud,
influenciada por los líderes religiosos, fue la que pidió a grandes gritos
que Jesús fuese crucificado. Sin embargo, poco antes, una multitud parecida
lo había aclamado a la entrada de Jerusalén.
Hoy en día otros
líderes influencian a la gente. A menudo uno trata de hacer como los demás
para ser bien visto por los demás. Entre nuestros contemporáneos muchos
consideran que Jesucristo solo es un hombre del pasado. Pero si soy
cristiano, ¿tengo el valor de decir que Jesús está vivo y que todavía
interviene a favor de todos los que han decidido confiar en él?
No vivamos una
falsa seguridad imitando el comportamiento de la mayoría. ¡Tomemos una
decisión personal! Nuestro futuro eterno es demasiado importante para que,
sin discernimiento, dejemos que la incredulidad colectiva nos gobierne. Dios
invita a cada uno a volverse a él para reconocer quién es Jesucristo. Aunque
hoy en día sea despreciado, un día tendremos que rendirle cuentas
personalmente.
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Día 4
Para siempre, oh Señor, permanece tu palabra en los cielos.
Salmo 119:89
Dijo el Señor:... Yo apresuro mi palabra para ponerla por obra.
Jeremías 1:12
La fiabilidad de la Biblia
Un predicador del
siglo 19, Adolphe Monod, declaró: «Cuando las Escrituras hablan, es Dios
quien nos habla. No hay límites a la confianza y a la sumisión que debemos a
las Santas Escrituras. De modo que, cuando me llegue el momento de entrar en
el mundo invisible, sé que no encontraré las cosas de una forma diferente a
lo que la Palabra de Dios me las representó aquí abajo».
En la Biblia
podemos encontrar versículos misteriosos, difíciles de comprender, pero no es
sorprendente, pues nuestras mentes limitadas no pueden sondear la Palabra de
Dios por sí mismas. Si deseamos conocer los pensamientos de Dios, debemos
recibirlos con la mayor humildad y con una actitud de sumisión. Cuando Dios
nos habla, sus pensamientos producen una reflexión profunda en nuestro
corazón y en nuestra conciencia. Los pensamientos de Dios no son nuestros
pensamientos (Isaías 55:8).
Pidámosle
humildemente que nos abra la inteligencia mediante su Espíritu para que así
podamos captar lo que quiere decirnos. Solo por la fe podemos recibir la
Palabra de Dios. Ella tiene el poder de salvar nuestras almas (Santiago
1:21). Ella permite a cada uno discernir la sabiduría infinita de nuestro
Dios, conocer su gracia y su amor que se manifestaron cuando envió a Jesús,
su Hijo unigénito, para salvarnos. ¡Podemos estar seguros de que Dios nos
dice la verdad! “Dios no es hombre, para que mienta” (Números 23:19).
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Día 5 EL AMOR NO
ES GROSERO, Retroalimentación del Desafío de la semana.
¿Cómo te fue con
tu actividad semanal?
Respeta la regla de oro: Traten a los demás como les gustaría que ellos los trataran
a ustedes. Lucas 6:31
Hay dos razones principales por las
que la gente es grosera: la ignorancia y el egoísmo. Por supuesto, ninguna de
las dos cosas es buena. Los niños nacen sin saber nada sobre los buenos
modales, y necesitan mucha ayuda y enseñanza. Muchas veces conoces las reglas
las normas, pero puedes no darte cuenta de cómo las rompes o ser demasiado
egoísta como para que te importe. De hecho, quizá no te des cuenta de algunas
cosas desagradables molestan a los demás.
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Día 6
Dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces
Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.
Lucas 23:42-43
¡Es falso!
Mucha gente
piensa que al final Dios permitirá que todos vayan al paraíso. Es verdad que
la idea de que un Dios de amor no sería capaz de prohibirnos la entrada en su
presencia está muy extendida. Pero la santidad divina no puede cohabitar con
el mal cometido por el hombre, y esto es un punto fundamental. Entonces,
¿cómo puede el hombre acercarse a Dios?
La Biblia
responde claramente esta pregunta: nuestro Dios Salvador “quiere que todos
los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (1 Timoteo
2:4). Quiso darse a conocer e hizo todo para reconciliar al hombre con Él.
Para ello era necesario satisfacer a la vez las exigencias de su santidad y
las de su amor por sus criaturas. Así, Dios ordena a todos los hombres que se
arrepientan, y hace anunciar la buena nueva de salvación “hasta lo último de
la tierra” (Hechos 13:47).
Para que el
hombre pueda ser salvo, tiene que arrepentirse. Arrepentirse significa
cambiar de comportamiento, volverse a Dios, confesarle sus pecados; pero esto
no es suficiente. Es necesario aceptar que Jesús fue castigado en nuestro
lugar, comprender que era necesaria Su muerte. Él murió en nuestro lugar como
nuestro sustituto.
Si confiamos en
esa obra perfecta, entonces obtenemos el perdón de Dios y el derecho a ir al
paraíso, allí a donde no iremos todos, pero a donde todos podemos ir si
abrimos nuestro corazón a Dios mientras aún hay tiempo. ¿Por qué no lo hace
ahora?
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