Dev 11
Mayo 4 -8 2015
Palabra
Rhema del año: “Todos los que salgan vencedores se
sentarán conmigo en mi trono, tal como yo salí vencedor y me senté con mi
Padre en su trono”. Apocalipsis 3:21
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Frase
para resaltar del mes: En CDA Colombia declaramos que: Hemos decidido que somos un barco de guerra, no un
crucero. Somos un ejército, no una audiencia. Fuerzas especiales, no simples
observadores. Misioneros, no tan solo empleados.
TEMA: PARA LA CONQUISTA SE REQUIERE ESFUERZO Y VALENTIA
Verso
del Mes: Mira que te mando que te esfuerces y seas
valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en
dondequiera que vayas. Josué 1:9
PRIMER DIA DE LA
SEMANA. PARA DIOS ESFORZARSE ES UN MANDAMIENTO. No hay opción
6 Esfuérzate y sé valiente; porque
tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres
que la daría a ellos.
7 Solamente
esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que
mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra,
para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.
9 Mira
que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque
Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas. Josué 1:6,7,9
Hemos
visto durante este año lo que se requiere para la conquista: La Presencia de
Dios, Identidad, Fe Genuina y este mes estaremos viendo que para la conquista
se necesita ESFUERZO Y VALENTIA.
Antes
de entrar y poseer la tierra prometida para el pueblo, esa tierra representa entre
otras cosas los sueños y metas, entonces
Dios le dice a Josué en su instrucción de preparación como UNA ORDEN
ESFUERZATE.
¿Qué
es esfuerzo?
El
esfuerzo es aquello que nos ayuda a conseguir las metas que nos proponemos y a
vencer y superar los obstáculos de la vida diaria. Nos
ayuda a resistir y perseverar para conseguir el objetivo a alcanzar.
Hoy
Dios te ordena, no abandonar la lucha, hoy con la ayuda de Él vence las
barreras y los problemas. NO HAY OPCION.
Tarea: ¿Investiga
una persona que logró grandes metas como parte del esfuerzo?
SEGUNDO DIA DE LA SEMANA. ESFUERZO
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Filipenses 4:13
Esforzaos, pues, para hacerlo, y
Jehová estará con el bueno. 2 Crónicas 19:11
Los Juegos
Olímpicos son un escaparate en el que podemos ver las más variadas
manifestaciones deportivas dentro del programa oficial con cientos de eventos.
Algunos son deportes de exhibición, otros pertenecen al ciclo de competencias.
A lo largo de la historia el número de deportes incluidos ha ido cambiando. Los
Juegos de Atenas, 1896 incluyeron 9 deportes. Medio siglo después los de
Melbourne/Estocolmo, 1956, presentaron 17. Los de Londres, 2012 contaban con 26
y 300 eventos.
Los deportistas que
llegan a este certamen, sin importar el deporte que practiquen, han hecho un
gran esfuerzo para conseguir su lugar. Sin embargo, hay algunos deportes que
exigen, en especial, un extraordinario rendimiento físico por parte de cada
atleta sumado a un gran trabajo de concentración antes y durante las
competencias. En alguna época ciertos de esos deportes se consideraban sólo
para hombres (en las Olimpíadas de la Antigüedad sólo participaban varones),
con el tiempo las mujeres se incorporaron a ellos en variantes adecuadas a su
capacidad y rendimiento. Hoy unos y otros han roto récords demostrando que el
esfuerzo siempre puede conducir a un nivel más alto.
Para alcanzar
grandes metas se requiere esfuerzo, obvio lo principal es que Dios esté allí y
me fortalezca, pero mi parte es el ESFUERZO, PONER TODO DE MI y no esperar que
todo caiga del cielo como dice el dicho popular o que los demás hagan lo que
debo hacer yo. Si quiero Estudiar en la universidad, debo prepararme, si quiero
mejorar mis ingresos debo trabajar duro, si quiero tener victoria espiritual
debo esforzarme por orar mas, mantenerme en santidad, leer la Biblia, congregarme
y servir a Dios etc.
TERCER DIA DE LA SEMANA. ARREPENTIMIENTO
ES UN CAMBIO
(El
apóstol Pablo dijo:) Nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros,
públicamente y por las casas… acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la
fe en nuestro Señor Jesucristo.
Hechos
20:20-21
La
primera frase de Jesús mencionada en el evangelio según Marcos es una
invitación a arrepentirse: “Arrepentíos, y creed en el evangelio” (Marcos
1:15). Los primeros cristianos también invitaban a los hombres a arrepentirse
(Hechos 20:20-21). Pero, ¿qué es el arrepentimiento y por qué la Biblia insiste
tanto en ello?
Primeramente hay que precisar que el arrepentimiento no es el hecho de querer castigarse a sí mismo para expiar sus faltas. No se trata de remordimientos o de una dolorosa mortificación. Tampoco es simplemente sentir tristeza o disgusto, sino un retorno lleno de esperanza hacia Dios, el Dios justo y salvador que pide que nos volvamos a él (Isaías 45:22).
Cuando leo la Biblia y creo en su mensaje, es como si un potente proyector iluminase mi conciencia y me mostrase lo que soy. Entonces, al igual que el joven profeta Isaías, me doy cuenta de que estoy perdido (Isaías 6:5). El arrepentimiento es esa toma de conciencia, esa aceptación de la constatación que Dios hizo; es el juicio que hago, en presencia de Dios, sobre mi conducta y mis acciones pasadas.
Es la bondad de Dios que me empuja a arrepentirme (Romanos 2:4), y esto se traduce materialmente en dar media vuelta. En vez de seguir mi propia voluntad, deseo seguir la de Dios y poner en práctica lo que dice la Biblia. El arrepentimiento según Dios es el resultado de la fe en la buena nueva del perdón de Dios.
“El Señor no retarda su promesa… sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Pedro 3:9).
Primeramente hay que precisar que el arrepentimiento no es el hecho de querer castigarse a sí mismo para expiar sus faltas. No se trata de remordimientos o de una dolorosa mortificación. Tampoco es simplemente sentir tristeza o disgusto, sino un retorno lleno de esperanza hacia Dios, el Dios justo y salvador que pide que nos volvamos a él (Isaías 45:22).
Cuando leo la Biblia y creo en su mensaje, es como si un potente proyector iluminase mi conciencia y me mostrase lo que soy. Entonces, al igual que el joven profeta Isaías, me doy cuenta de que estoy perdido (Isaías 6:5). El arrepentimiento es esa toma de conciencia, esa aceptación de la constatación que Dios hizo; es el juicio que hago, en presencia de Dios, sobre mi conducta y mis acciones pasadas.
Es la bondad de Dios que me empuja a arrepentirme (Romanos 2:4), y esto se traduce materialmente en dar media vuelta. En vez de seguir mi propia voluntad, deseo seguir la de Dios y poner en práctica lo que dice la Biblia. El arrepentimiento según Dios es el resultado de la fe en la buena nueva del perdón de Dios.
“El Señor no retarda su promesa… sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Pedro 3:9).
CUARTO
DIA DE LA SEMANA. TRES COSTUMBRES
En
el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre. Lucas 4:16
Y volvió el pueblo a juntarse a él, y de nuevo les enseñaba como solía. Marcos 10:1
Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron. Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación. Lucas 22:39-40
Cristo nos da un ejemplo de tres
costumbres ricas en enseñanza de su vida aquí en la tierra:
–Tenía la costumbre, desde su juventud, de ir al menos una vez por semana a la sinagoga, lugar donde se reunían los judíos en la casa de Dios. Nosotros, ¿tenemos la costumbre de reunirnos cada semana para adorar a Dios, cantar himnos, elevar nuestras oraciones y escuchar su Palabra?
–Jesucristo nunca se cansaba de enseñar. Era el Maestro que enseñaba de parte de Dios su Padre. Cada cristiano no es necesariamente un «maestro» espiritual, pero todos tenemos un mensaje que comunicar a los que viven en contacto con nosotros. ¿Acostumbramos transmitirles algo de parte de Dios?
–Jesús se retiraba a orar. Él y sus discípulos conocían muy bien el huerto de los Olivos; allí Judas lo traicionaría. “Muchas veces Jesús se había reunido allí con sus discípulos” (Juan 18:2). La noche que fue entregado, Jesús fue, según su costumbre, al monte de los Olivos, lugar donde solía orar. Allí lo vemos en oración y súplicas ante su Padre. Luego animó a sus discípulos a orar, pues sólo la oración podría guardarlos de las tentaciones y sostener su fe cuando su Maestro fuese crucificado. ¿Sentimos la necesidad de orar? ¿Tomamos tiempo para orar a Dios, para exponerle nuestras necesidades e interceder por los demás?
–Tenía la costumbre, desde su juventud, de ir al menos una vez por semana a la sinagoga, lugar donde se reunían los judíos en la casa de Dios. Nosotros, ¿tenemos la costumbre de reunirnos cada semana para adorar a Dios, cantar himnos, elevar nuestras oraciones y escuchar su Palabra?
–Jesucristo nunca se cansaba de enseñar. Era el Maestro que enseñaba de parte de Dios su Padre. Cada cristiano no es necesariamente un «maestro» espiritual, pero todos tenemos un mensaje que comunicar a los que viven en contacto con nosotros. ¿Acostumbramos transmitirles algo de parte de Dios?
–Jesús se retiraba a orar. Él y sus discípulos conocían muy bien el huerto de los Olivos; allí Judas lo traicionaría. “Muchas veces Jesús se había reunido allí con sus discípulos” (Juan 18:2). La noche que fue entregado, Jesús fue, según su costumbre, al monte de los Olivos, lugar donde solía orar. Allí lo vemos en oración y súplicas ante su Padre. Luego animó a sus discípulos a orar, pues sólo la oración podría guardarlos de las tentaciones y sostener su fe cuando su Maestro fuese crucificado. ¿Sentimos la necesidad de orar? ¿Tomamos tiempo para orar a Dios, para exponerle nuestras necesidades e interceder por los demás?
ESFORCEMONOS POR ADQUIRIR ESTAS COSTUMBRES.
QUINTO DIA DE LA SEMANA: DIA DE AGRADECIMIENTO
Salmo 107:1-20
Alabad a Jehová, porque él es bueno; Porque para
siempre es su misericordia.
2 Díganlo los redimidos de Jehová, Los que ha redimido del
poder del enemigo,
3 Y los ha congregado de las tierras, Del oriente y del
occidente, Del norte y del sur.
4 Anduvieron perdidos por el desierto, por la soledad sin camino,
Sin hallar ciudad en donde vivir.
Sin hallar ciudad en donde vivir.
5 Hambrientos y sedientos, Su alma desfallecía en ellos.
6 Entonces clamaron a Jehová en su angustia, Y los libró de
sus aflicciones.
7 Los dirigió por camino derecho, Para que viniesen a ciudad
habitable.
8 Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con
los hijos de los hombres.
9 Porque sacia al alma menesterosa, Y llena de bien al alma
hambrienta.
10 Algunos moraban en tinieblas y sombra de muerte, Aprisionados
en aflicción y en hierros,
11 Por cuanto fueron rebeldes a las palabras de Jehová, Y
aborrecieron el consejo del Altísimo.
12 Por eso quebrantó con el trabajo sus corazones; Cayeron, y
no hubo quien los ayudase.
13 Luego que clamaron a Jehová en su angustia, Los libró de
sus aflicciones;
14 Los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte, Y
rompió sus prisiones.
15 Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con
los hijos de los hombres.
16 Porque quebrantó las puertas de bronce, Y desmenuzó los
cerrojos de hierro.
17 Fueron afligidos los insensatos, a causa del camino de su rebelión
Y a causa de sus maldades;
Y a causa de sus maldades;
18 Su alma abominó todo alimento, Y llegaron hasta las puertas
de la muerte.
19 Pero clamaron a Jehová en su angustia, Y los libró de sus
aflicciones.
20 Envió su palabra, y los sanó, Y los libró de su ruina.
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