Dev 15 Junio 1-6 2015
Palabra Rhema
del año: “Todos los que salgan vencedores se sentarán
conmigo en mi trono, tal como yo salí vencedor y me senté con mi Padre en su
trono”. Apocalipsis 3:21
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Frase para resaltar
del mes: En CDA Colombia declaramos que: Hemos decidido que somos un barco de guerra, no un crucero. Somos un ejército,
no una audiencia. Fuerzas especiales, no simples observadores. Misioneros, no
tan solo empleados.
TEMA: PARA LA CONQUISTA SE REQUIERE ESFUERZO Y VALENTIA
Verso del Mes: Mira
que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque
Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas. Josué 1:9
PRIMER DIA DE LA SEMANA. Valentía 3
Sé fuerte y muy valiente. Ten cuidado de obedecer
todas las instrucciones que Moisés te dio. No te desvíes de ellas ni a la
derecha ni a la izquierda. Entonces te irá bien en todo lo que hagas. 8 Estudia constantemente este libro de instrucción. Medita en
él de día y de noche para asegurarte de obedecer todo lo que allí está escrito.
Solamente entonces prosperarás y te irá bien en todo lo que hagas. Josué 1:7-8
Tarea:
De acuerdo al Pasaje de la Biblia ¿en qué debo
esforzarme y ser valiente?
SEGUNDO DIA DE LA SEMANA. ESPERANZA
Y mis días
fueron más veloces que la lanzadera del tejedor, y fenecieron sin esperanza. Job
7:6
El Dios de
esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer. Romanos 15:13
Esperanza,
palabra consoladora en un mundo desolado; nos ata a un futuro que deseamos sea
mejor que el presente. Pero cuando el futuro es cada vez más incierto, no es
raro si esta palabra nos parece vacía. Esperar algo, en el lenguaje corriente,
significa que en realidad no estamos nada seguros de lo que esperamos.
¿Qué estamos
esperado? ¿Las vacaciones, la jubilación? ¿Días mejores? La gente dice que
esperar algo ayuda a «mantener la moral». Pero de repente llega la decepción,
lo imprevisto: un fracaso, la enfermedad… e incluso la muerte, que arruina los
planes mejor preparados.
Todos esos
sueños prueban que el hombre siempre será un eterno insatisfecho. Como es
incapaz de asegurar su mañana, sólo puede resolver parcialmente sus problemas.
Aunque su futuro está formado por ilusiones y su pasado muy a menudo por
desilusiones, todos continúan empleando y abusando de esta palabra, estimulante
y vacía a la vez: ¡Esperanza!
Sin embargo
la Biblia nos habla de una esperanza muy diferente, que no deja lugar a la duda
ni a la incertidumbre. Es una esperanza viva (1 Pedro 1:3), “segura y firme”
(Hebreos 6:19). La esperanza cristiana consiste en esperar confiadamente el
cumplimiento seguro de las promesas de un Dios que no puede mentir (Tito 1:2),
y por encima de todo, el regreso de Aquel que es llamado “Jesucristo nuestra
esperanza”.
“Ahora,
Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza está en ti” (Salmo 39:7).
TERCER DIA DE LA SEMANA. Mortificado por remordimientos
Si
confesamos nuestros pecados, él (Dios) es fiel y justo para perdonar nuestros
pecados, y limpiarnos de toda maldad. 1 Juan 1:9
Anuncié…
que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de
arrepentimiento. Hechos 26:20
34 años después
de haber cometido un asesinato, y carcomido por los remordimientos, un hombre
fue a la comisaría de policía de su ciudad para confesar su crimen. «Espero que
el buen Dios me perdonará».
Estos hechos, publicados en los periódicos, nos recuerdan que cada uno de nosotros tiene una conciencia, y excepto que esté demasiado endurecida, no nos deja tranquilos cuando cometemos una falta. Pero, ¿cómo podemos descargar nuestra conciencia? Reconociendo nuestras faltas ante los hombres, pero también ante Dios, pues cada pecado es primeramente una ofensa a Dios. Ante la justicia de los hombres, una persona culpable tiene que pagar una pena más o menos larga. ¿Qué sucede ante la justicia divina? Dios es un juez justo (Salmo 7:11). ¿Puede perdonar? La respuesta se halla en el primer versículo de hoy.
El que confiesa sus pecados a Dios obtiene el perdón gracias a la obra que Jesucristo cumplió en la cruz. Allí Jesús sufrió el castigo que merecían todas las faltas de los que creen en él. Ya no pueden ser más imputadas (contadas) al que se convierte en hijo de Dios. El rey David experimentó esto en su vida: “Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones al Señor; y tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:5). Dios condena el pecado, pero perdona al pecador arrepentido, incluso al hombre más culpable.
“Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos…” (1 Pedro 3:18).
Estos hechos, publicados en los periódicos, nos recuerdan que cada uno de nosotros tiene una conciencia, y excepto que esté demasiado endurecida, no nos deja tranquilos cuando cometemos una falta. Pero, ¿cómo podemos descargar nuestra conciencia? Reconociendo nuestras faltas ante los hombres, pero también ante Dios, pues cada pecado es primeramente una ofensa a Dios. Ante la justicia de los hombres, una persona culpable tiene que pagar una pena más o menos larga. ¿Qué sucede ante la justicia divina? Dios es un juez justo (Salmo 7:11). ¿Puede perdonar? La respuesta se halla en el primer versículo de hoy.
El que confiesa sus pecados a Dios obtiene el perdón gracias a la obra que Jesucristo cumplió en la cruz. Allí Jesús sufrió el castigo que merecían todas las faltas de los que creen en él. Ya no pueden ser más imputadas (contadas) al que se convierte en hijo de Dios. El rey David experimentó esto en su vida: “Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones al Señor; y tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:5). Dios condena el pecado, pero perdona al pecador arrepentido, incluso al hombre más culpable.
“Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos…” (1 Pedro 3:18).
CUARTO DIA DE LA
SEMANA. LIMITE DE LA VALENTÍA
Hijo mío, si recibieres mis
palabras, Y mis mandamientos guardares dentro de ti,
Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; Si inclinares tu corazón a la prudencia, Proverbios 2:1-2
Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; Si inclinares tu corazón a la prudencia, Proverbios 2:1-2
La valentía tiene
algunas limitaciones, pues lo principal no es ser valientes sino obrar bien.
Veamos:
- La prudencia pone
límites a la valentía evitando que se convierta en temeridad, o en
actitudes irresponsables. Ejemplo de actitud correcta: "Aunque soy
valiente, no pruebo este veneno; mostraré mi valentía en otros
casos".
- La valentía
debe emplearse para obrar bien. Un terrorista puede ser valiente, pero su
valentía es mala. Igualmente no vale decir "tomo droga porque soy
valiente"; esto no es valentía sino idiotez, o cobardía por miedo a
quedar mal en un ambiente de droga. Más valentía muestra el que huye de
allí aunque le critiquen y se burlen. Huir de las ocasiones de pecar no es
cobardía, sino sabiduría.
- La valentía no
debe usarse como excusa. No vale decir: "Soy valiente y hago lo que
me da la gana". La valentía no basta para que algo sea bueno.
Tarea: En qué
áreas o miedos estas dispuest@ a mostrar Valentía? Te esfuerzas por agradar a
Dios eres valiente para hacer lo que dice que debes hacer? Esta semana comienza
a hacerlo.
QUINTO DIA DE LA SEMANA: AGRADECIMIENTO
Salmos 111
¡Alabado
sea el Señor!
Daré
gracias al Señor con
todo mi corazón
al reunirme con su pueblo justo.
2 ¡Qué asombrosas son las obras del Señor!
Todos los que se deleitan en él deberían considerarlas.
3 Todo lo que él hace revela su gloria y majestad;
su justicia nunca falla.
4 Él nos hace recordar sus maravillosas obras.
¡Cuánta gracia y misericordia tiene nuestro Señor!
5 Da alimento a los que le temen;
siempre recuerda su pacto.
6 Ha mostrado su gran poder a su pueblo
al entregarle las tierras de otras naciones.
7 Todo lo que hace es justo y bueno,
y todos sus mandamientos son confiables;
8 siempre son verdaderos,
para ser obedecidos fielmente y con integridad.
9 Él pagó el rescate completo por su pueblo
y les ha garantizado para siempre el pacto que hizo con ellos.
¡Qué santo e imponente es su nombre!
10 El temor del Señor es la base de la verdadera sabiduría;
todos los que obedecen sus mandamientos crecerán en sabiduría.
al reunirme con su pueblo justo.
2 ¡Qué asombrosas son las obras del Señor!
Todos los que se deleitan en él deberían considerarlas.
3 Todo lo que él hace revela su gloria y majestad;
su justicia nunca falla.
4 Él nos hace recordar sus maravillosas obras.
¡Cuánta gracia y misericordia tiene nuestro Señor!
5 Da alimento a los que le temen;
siempre recuerda su pacto.
6 Ha mostrado su gran poder a su pueblo
al entregarle las tierras de otras naciones.
7 Todo lo que hace es justo y bueno,
y todos sus mandamientos son confiables;
8 siempre son verdaderos,
para ser obedecidos fielmente y con integridad.
9 Él pagó el rescate completo por su pueblo
y les ha garantizado para siempre el pacto que hizo con ellos.
¡Qué santo e imponente es su nombre!
10 El temor del Señor es la base de la verdadera sabiduría;
todos los que obedecen sus mandamientos crecerán en sabiduría.
¡Alábenlo
para siempre!