Causas del suicidio en adolescentes.
Se asume que detrás de los suicidios hay enfermedades mentales como la depresión o el trastorno bipolar. Se ha encontrado, sin embargo que esta asunción está sobredimensionada.
En el caso de los adolescentes se ha demostrado que
las causas principales para cometer un suicidio son de origen
psicosocial. La familia y las relaciones sociales son los
factores que más determinan dicha conducta. Este hecho es alentador
para intervenir en la prevención del suicidio durante la etapa
adolescente.
Para que te hagas una idea, ejemplos de estas
circunstancias psicosociales adversas serían:
- Relación familiar: sentirse abandonado dentro de la propia familia o tener
emociones negativas respecto a la pertenencia al núcleo familiar.
- Grupo de iguales: ser traicionado o humillado por el grupo o alguien de dentro
del mismo. Sufrir acoso escolar o ciberbullying también tienen cabida
en este apartado.
Otros factores relacionados con el suicidio en
adolescentes.
La prevalencia del suicidio en esta etapa viene
además rodeada además por otras variables:
- Baja tolerancia a la frustración: inexperiencia en el manejo de ciertas emociones desagradables
como consecuencia de su corta edad y falta de habilidades de gestión de
impulsos.
- Ingesta de alcohol u otras sustancias: su cerebro está aún por completar
su desarrollo y esas conductas le son más nocivas
que a un adulto.
- Ser víctima de un suceso traumático
como abusos físicos o sexuales: este
tipo de traumas, además destruyen la autoestima, la confianza y la
personalidad.
Estos factores son realmente preocupantes
si aparecen todos simultáneamente. Además se encuentra que se ven amplificados
si concurren junto a condiciones psicosociales adversas.
Desmitificando el suicidio.
A continuación se muestran ciertos mitos del
suicidio sobre los que se puede actuar. Todos son más o menos
aceptados sin someterlos al juicio de la razón. Sin embargo, la
mayoría son falsos, tanto para el suicidio adolescente
como el de adultos.
Estos son algunos de los mitos en torno al
suicidio que se pueden escuchar de forma habitual:
1.
Si de verdad se fuera a matar, jamás
lo diría.
2.
Quien diga que se va a suicidar acaba
por no hacerlo.
3.
Solo intentan suicidarse para
alardear de ello y llamar la atención.
4.
Si en verdad
desease morir se tiraría delante de un tren y
ya.
5.
Para suicidarse, hay que ser un enfermo
mental auténtico.
6.
Un suicidio es
imprevisible ya que los suicidas actúan por impulso.
7.
Solo los profesionales pueden
prevenir el suicidio y hablar sobre él.
8.
Los niños no se
suicidan.
9.
Es mejor que los medios de
comunicación no publiquen noticias de suicidios porque lo único
que consiguen es darle publicidad.
Los datos reales sobre el suicidio.
Los mitos que te hemos presentado se pueden rebatir
con las estadísticas que existen en torno al problema:
1.
Nueve de cada diez personas que se
suicidan avisan claramente antes de hacerlo y
el resto lo deja entrever. Casi la totalidad de los suicidas ha
expresado verbalmente o mediante un cambio de conducta su
intención de suicidarse.
2.
Las personas que intentan
suicidarse no lo hacen para impresionar a los demás. Mantener este
mito condiciona a la gente para ignorarles.
3.
Que los enfermos mentales se
suiciden con mayor frecuencia no invalida que una persona sana sufra y
desee morir.
4.
Es cierto que un profesional
cuenta con más experiencia y puede tener más facilidad para ayudar en
estos casos. Sin embargo, esto no significa que la ayuda de otras personas no
sea eficaz.
5.
Una vez que un niño asimila el
concepto de muerte ya tiene la capacidad para cometer suicidio. Aunque no son
lo habitual, en la niñez también se han registrado este tipo de muertes.
6.
El “efecto llamada” (Copycat)
que pudiera despertar la noticia sobre un suicidio
es irrelevante en general. Incluso para los adolescentes.
5 consejos para prevenir el suicidio en
adolescentes.
Teniendo en cuenta todos los datos que hemos
aportado sobre el asunto, te proponemos cinco consejos para prevenir el
suicidio:
1.
El entorno familiar es clave para evitar la ideación suicida.
Mantener una familia que transmita seguridad y apoyo es la mejor estrategia
para la prevención.
2.
Los amigos y el
grupo de iguales de tu hijo pueden contribuir de
forma clave para determinar un suicidio. Estar conectado con el mundo de las
amistades y relaciones sociales de tu hijo puede ser una buena forma de
prevenir problemas en el medio plazo. Las redes sociales y
la actividad que tu hijo desarrolla y recibe en ellas también son parte de este
ámbito.
3.
Antes de un suicidio se
presenta un periodo conocido como síndrome presuicidal. Éste
se puede detectar e intervenir para evitar la conducta suicida. Estar
alerta ante cambios inesperados y mantener una comunicación fluida en la
familia ayudará a que puedas advertir esta situación.
4.
No se deben subestimar las intenciones
suicidas. Si has llegado a un punto en que tu hijo se plantea el suicidio y
lo manifiesta abiertamente deberías acudir a un profesional.
5.
La ayuda profesional es eficaz en
estos casos. Pero ten en cuenta que también el entorno familiar y las amistades
pueden contribuir a mejorar el problema. Si tu hijo está en un periodo de
crisis intenta que se comunique y se vea respaldado por personas significativas
para él.
Tomado de : https://padresenlanube.com/
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