Abril
6- 10 2015
Palabra
Rhema del año: “Todos los que salgan vencedores se
sentarán conmigo en mi trono, tal como yo salí vencedor y me senté con mi
Padre en su trono”. Apocalipsis 3:21
|
Frase
para resaltar del mes: En CDA Colombia declaramos que: Tener
buenos programas no es suficiente. Generar cambio sin transformación es
intolerable y aceptar que la gente siga como está, no es una opción!
TEMA: PARA LA CONQUISTA SE REQUIERE FE
Verso
del Mes: Por la fe esas personas conquistaron
reinos, gobernaron con justicia y recibieron lo que Dios les había prometido.
Cerraron bocas de leones, apagaron llamas de fuego y escaparon de morir a
filo de espada. Su debilidad se convirtió en fortaleza. Llegaron a ser
poderosos en batalla e hicieron huir a ejércitos enteros. Hubo mujeres que recibieron otra vez con vida
a sus seres queridos que habían muerto. Hebreos 11:33-36 (Por favor
colocar todos los versos mensuales en los salones de clase)
PRIMER
DIA DE LA SEMANA
LAS
MAS GRANDE PROMESA DE Dios para el hombre fue la venida de a la tierra de un
libertador que plantaría y restauraría su Reino y para eso vino Jesucristo. El
Profeta Isaías lo dijo 500 años aprox antes que sucediera.
ISAIAS 53
¿Quién ha creído a nuestro mensaje y
a quién se le ha revelado el poder del Señor?2 Creció
en su presencia como vástago tierno,
como raíz de tierra seca.
No había en él belleza ni majestad alguna; su aspecto no era atractivo
y nada en su apariencia lo hacía deseable.
3 Despreciado y rechazado por los hombres, varón de dolores, hecho para el sufrimiento. Todos evitaban mirarlo; fue despreciado, y no lo estimamos.
como raíz de tierra seca.
No había en él belleza ni majestad alguna; su aspecto no era atractivo
y nada en su apariencia lo hacía deseable.
3 Despreciado y rechazado por los hombres, varón de dolores, hecho para el sufrimiento. Todos evitaban mirarlo; fue despreciado, y no lo estimamos.
4 Ciertamente
él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores,
pero nosotros lo consideramos herido, golpeado por Dios, y humillado.
5 Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades;
sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados.
6 Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino,
pero el Señor hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros.
7 Maltratado y humillado, ni siquiera abrió su boca; Como cordero, fue llevado al matadero; como oveja, enmudeció ante su trasquilador;
y ni siquiera abrió su boca.
8 Después de aprehenderlo y juzgarlo, le dieron muerte; nadie se preocupó de su descendencia.
Fue arrancado de la tierra de los vivientes, y golpeado por la transgresión de mi pueblo.
9 Se le asignó un sepulcro con los malvados, y murió entre los malhechores,
aunque nunca cometió violencia alguna, ni hubo engaño en su boca.
pero nosotros lo consideramos herido, golpeado por Dios, y humillado.
5 Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades;
sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados.
6 Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino,
pero el Señor hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros.
7 Maltratado y humillado, ni siquiera abrió su boca; Como cordero, fue llevado al matadero; como oveja, enmudeció ante su trasquilador;
y ni siquiera abrió su boca.
8 Después de aprehenderlo y juzgarlo, le dieron muerte; nadie se preocupó de su descendencia.
Fue arrancado de la tierra de los vivientes, y golpeado por la transgresión de mi pueblo.
9 Se le asignó un sepulcro con los malvados, y murió entre los malhechores,
aunque nunca cometió violencia alguna, ni hubo engaño en su boca.
10 Pero
el Señor quiso
quebrantarlo y hacerlo sufrir, y como él ofreció su vida en expiación, verá su
descendencia y prolongará sus días, y llevará a cabo la voluntad del Señor.
11 Después de su sufrimiento, verá la luz y quedará satisfecho;
por su conocimiento mi siervo justo justificará a muchos, y cargará con las iniquidades de ellos.
12 Por lo tanto, le daré un puesto entre los grandes, y repartirá el botín con los fuertes,
porque derramó su vida hasta la muerte, y fue contado entre los transgresores.
Cargó con el pecado de muchos, e intercedió por los pecadores.
11 Después de su sufrimiento, verá la luz y quedará satisfecho;
por su conocimiento mi siervo justo justificará a muchos, y cargará con las iniquidades de ellos.
12 Por lo tanto, le daré un puesto entre los grandes, y repartirá el botín con los fuertes,
porque derramó su vida hasta la muerte, y fue contado entre los transgresores.
Cargó con el pecado de muchos, e intercedió por los pecadores.
Tarea: ¿Resalta y escribe en tu cuaderno devocional de
acuerdo a la cita Bíblica, 3 cosas que hizo Jesús en la cruz del calvario por
nosotros y compártela lectura en familia?
SEGUNDO DIA DE LA SEMANA.
Juan 3 Nueva Versión Internacional (NVI)
3 Había entre los
fariseos un dirigente de los judíos llamado Nicodemo. 2 Éste fue de noche a visitar a Jesús.
—Rabí
—le dijo—, sabemos que eres un maestro que ha venido de parte de Dios, porque
nadie podría hacer las señales que tú haces si Dios no estuviera con él.
3 —De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el
reino de Dios —dijo Jesús.
4 —¿Cómo puede uno nacer de nuevo siendo ya viejo? —preguntó
Nicodemo—. ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y
volver a nacer?
5 —Yo te aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu, no puede
entrar en el reino de Dios —respondió Jesús—. 6 Lo que nace del cuerpo es cuerpo; lo que nace del Espíritu es
espíritu. 7 No
te sorprendas de que te haya dicho: “Tienen que nacer de nuevo.” 8 El viento sopla por donde quiere, y lo oyes silbar, aunque ignoras
de dónde viene y a dónde va. Lo mismo pasa con todo el que nace del Espíritu.
9 Nicodemo replicó:
—¿Cómo
es posible que esto suceda?
10 —Tú eres maestro de Israel, ¿y no entiendes estas cosas?
—respondió Jesús—. 11 Te
digo con seguridad y verdad que hablamos de lo que sabemos y damos testimonio
de lo que hemos visto personalmente, pero ustedes no aceptan nuestro
testimonio. 12 Si
les he hablado de las cosas terrenales, y no creen, ¿entonces cómo van a creer
si les hablo de las celestiales? 13 Nadie ha subido jamás al cielo sino el que descendió del cielo, el
Hijo del hombre.
15 para que todo el que crea en él tenga vida eterna.
16 »Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para
que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. 17 Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para
salvarlo por medio de él. 18 El
que cree en él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado por no
haber creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios. 19 Ésta es la causa de la condenación: que la luz vino al mundo, pero
la humanidad prefirió las tinieblas a la luz, porque sus hechos eran perversos. 20 Pues todo el que hace lo malo aborrece la luz, y no se acerca a
ella por temor a que sus obras queden al descubierto. 21 En cambio, el que practica la verdad se acerca a la luz, para que
se vea claramente que ha hecho sus obras en obediencia a Dios.
Nicodemo
un hombre conocedor de la Biblia, no conocía la salvación en Dios sin embargo tenía
el deseo de encontrarse con Jesús y se cumplió su propósito.
Si
le cuento mi vida privada a alguien, significa que confío totalmente en esa
persona: puedo contarle mis sentimientos íntimos, pero esto también significa
que estoy dispuesto a escuchar sus consejos y a aceptar su ayuda. Jesucristo es
digno de que le contemos todo sobre nosotros; él no nos defraudará.
Si usted todavía no conoce a Jesús como su Salvador, es el momento de abrir su corazón a su gracia. No le oculte nada, vaya a él tal como es. Él le dará la paz con respecto a su pasado y esperanzas para el futuro.
Y quienes ya pertenecemos a los que él ha salvado, reservemos momentos para hablar con él. Dediquemos un tiempo cada día para aprender a conocerle mejor mediante la lectura de su Palabra. Contémosle todo mediante la oración. De este modo podremos crecer “en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2 Pedro 3:18).
Pero quizá después de haber recibido el perdón de nuestros pecados por Jesucristo, poco a poco hemos dejado de contarle todo. Los momentos que pasamos en la intimidad de su presencia se hacen cada vez más escasos; la puerta de nuestro corazón se cierra poco a poco… Él no nos abandona, pues nos ama demasiado para hacerlo. Escuchemos su llamado: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo” (Apocalipsis 3:20).
¡Qué gozo saber que, a pesar de los altibajos de nuestra vida, nuestro Señor permanece fiel y dispuesto a escucharnos!
Si usted todavía no conoce a Jesús como su Salvador, es el momento de abrir su corazón a su gracia. No le oculte nada, vaya a él tal como es. Él le dará la paz con respecto a su pasado y esperanzas para el futuro.
Y quienes ya pertenecemos a los que él ha salvado, reservemos momentos para hablar con él. Dediquemos un tiempo cada día para aprender a conocerle mejor mediante la lectura de su Palabra. Contémosle todo mediante la oración. De este modo podremos crecer “en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2 Pedro 3:18).
Pero quizá después de haber recibido el perdón de nuestros pecados por Jesucristo, poco a poco hemos dejado de contarle todo. Los momentos que pasamos en la intimidad de su presencia se hacen cada vez más escasos; la puerta de nuestro corazón se cierra poco a poco… Él no nos abandona, pues nos ama demasiado para hacerlo. Escuchemos su llamado: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo” (Apocalipsis 3:20).
¡Qué gozo saber que, a pesar de los altibajos de nuestra vida, nuestro Señor permanece fiel y dispuesto a escucharnos!
TERCER DIA DE LA SEMANA. A LA LUZ DE LA MUERTE Y RESURRECIÓN DE JESUS
Juan 19
28 Después de esto, como Jesús sabía que ya todo había terminado, y
para que se cumpliera la Escritura, dijo: —Tengo sed.
29 Había allí una vasija llena de vinagre; así que empaparon una esponja
en el vinagre, la pusieron en una caña y se la acercaron a la boca. 30 Al probar Jesús el vinagre, dijo: —Todo se ha cumplido.
Luego
inclinó la cabeza y entregó el espíritu.
31 Era el día de la preparación para la Pascua. Los judíos no querían
que los cuerpos permanecieran en la cruz en sábado, por ser éste un día muy
solemne. Así que le pidieron a Pilato ordenar que les quebraran las piernas a
los crucificados y bajaran sus cuerpos. 32 Fueron entonces los soldados y le quebraron las piernas al primer
hombre que había sido crucificado con Jesús, y luego al otro. 33 Pero cuando se acercaron a Jesús y vieron que ya estaba muerto, no
le quebraron las piernas, 34 sino
que uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante le
brotó sangre y agua. 35 El
que lo vio ha dado testimonio de ello, y su testimonio es verídico. Él sabe que
dice la verdad, para que también ustedes crean. 36 Estas cosas sucedieron para que se cumpliera la Escritura: «No le
quebrarán ningún hueso» 37 y,
como dice otra Escritura: «Mirarán al que han traspasado.»
Juan 20 Nueva Versión
Internacional (NVI)
20 El primer día de la
semana, muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al
sepulcro y vio que habían quitado la piedra que cubría la entrada. 2 Así que fue corriendo a ver a Simón Pedro y al otro discípulo, a
quien Jesús amaba, y les dijo:
—¡Se
han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo han puesto!
3 Pedro y el otro discípulo se dirigieron entonces al sepulcro. 4 Ambos fueron corriendo, pero como el otro discípulo corría más
aprisa que Pedro, llegó primero al sepulcro. 5 Inclinándose, se asomó y vio allí las vendas, pero no entró. 6 Tras él llegó Simón Pedro, y entró en el sepulcro. Vio allí las
vendas 7 y
el sudario que había cubierto la cabeza de Jesús, aunque el sudario no estaba
con las vendas sino enrollado en un lugar aparte. 8 En ese momento entró también el otro discípulo, el que había
llegado primero al sepulcro; y vio y creyó. 9 Hasta entonces no habían entendido la Escritura, que dice que
Jesús tenía que resucitar.
Reflexión
La
resurrección de Jesús no es ni un mito, ni un sueño, tampoco es una visión, ni
una utopía, sino un acontecimiento único y central en la historia de la
humanidad.
Su resurrección no sólo es un momento clave de la historia, sino también el comienzo de una condición nueva. Mediante su muerte y su resurrección, Jesús abrió un camino nuevo y vivo que conduce a Dios (Hebreos 10:20).
Jesús murió, su cuerpo fue bajado de la cruz y puesto en la tumba. Pero al tercer día salió victorioso, vivo. Los suyos lo comprobaron. Jesús resucitó, de manera que nosotros también, al creer en él, recibimos la vida eterna.
Antes de ver a Jesús resucitado, los discípulos tenían miedo y estaban tristes, pero su resurrección los transformó.
Creer en la resurrección de Jesús también cambia nuestro corazón. Si creemos en Jesús, quien murió por nuestros pecados y resucitó para justificarnos ante Dios, nacemos a una nueva vida. Jesús está vivo y nos da su Espíritu para que nuestros corazones estén llenos de amor, gozo y paz.
Sí, el anuncio de la resurrección del Señor ilumina las zonas sombrías y temibles del más allá. La nada no es el final de la existencia humana. Al creer en Jesús descubrimos que el fin de todo no es la muerte y el juicio, sino una eternidad feliz en la presencia de nuestro Dios.
Jesús dijo: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12).
Su resurrección no sólo es un momento clave de la historia, sino también el comienzo de una condición nueva. Mediante su muerte y su resurrección, Jesús abrió un camino nuevo y vivo que conduce a Dios (Hebreos 10:20).
Jesús murió, su cuerpo fue bajado de la cruz y puesto en la tumba. Pero al tercer día salió victorioso, vivo. Los suyos lo comprobaron. Jesús resucitó, de manera que nosotros también, al creer en él, recibimos la vida eterna.
Antes de ver a Jesús resucitado, los discípulos tenían miedo y estaban tristes, pero su resurrección los transformó.
Creer en la resurrección de Jesús también cambia nuestro corazón. Si creemos en Jesús, quien murió por nuestros pecados y resucitó para justificarnos ante Dios, nacemos a una nueva vida. Jesús está vivo y nos da su Espíritu para que nuestros corazones estén llenos de amor, gozo y paz.
Sí, el anuncio de la resurrección del Señor ilumina las zonas sombrías y temibles del más allá. La nada no es el final de la existencia humana. Al creer en Jesús descubrimos que el fin de todo no es la muerte y el juicio, sino una eternidad feliz en la presencia de nuestro Dios.
Jesús dijo: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12).
CUARTO DIA DE LA SEMANA. JESUS PROMETE QUE VENDRÍA
EL ESPIRITU SANTO
Juan 16:7-17
La obra del Espíritu Santo
Pero
les digo la verdad: Les conviene que me vaya porque, si no lo hago, el
Consolador no vendrá a ustedes; en cambio, si me voy, se lo enviaré a ustedes. 8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de su error en cuanto al
pecado, a la justicia y al juicio; 13 Pero
cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque
no hablará por su propia cuenta sino que dirá sólo lo que oiga y les anunciará
las cosas por venir. 14 Él
me glorificará porque tomará de lo mío y se lo dará a conocer a ustedes. 15 Todo cuanto tiene el Padre es mío. Por eso les dije que el
Espíritu tomará de lo mío y se lo dará a conocer a ustedes.
HECHOS 1:2-9.
(Jesús) Después de padecer la muerte, se les presentó
dándoles muchas pruebas convincentes de que estaba vivo. Durante cuarenta días
se les apareció y les habló acerca del reino de Dios. 4 Una vez, mientras comía con ellos, les ordenó:
—No
se alejen de Jerusalén, sino esperen la promesa del Padre, de la cual les he
hablado: 5 Juan
bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el
Espíritu Santo.
8 Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder
y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta
los confines de la tierra.
9 Habiendo dicho esto, mientras ellos lo miraban, fue llevado a las
alturas hasta que una nube lo ocultó de su vista.
Hechos 2
Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en
el mismo lugar.2 De repente, vino del cielo un ruido como el de
una violenta ráfaga de viento y llenó toda la casa donde estaban reunidos. 3 Se les aparecieron entonces unas lenguas como de fuego que se
repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos. 4 Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar
en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse.
QUINTO DIA DE LA SEMANA HOY VOY A TI
Vinieron
sus discípulos… diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos! Él les dijo: ¿Por
qué teméis, hombres de poca fe? Mateo 8:25-26
Si
confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados,
y limpiarnos de toda maldad. 1 Juan 1:9
Si tiene dudas en el camino de la
fe, ¿me permite dar unos pasos junto a usted hacia Jesús? Él es una persona
divina, pero usted puede hablarle sencillamente como a su amigo más cercano.
Jesús tiene en cuenta lo que le decimos con sinceridad.
Quizás usted se sienta cargado,
sin esperanza, sin objetivo en la vida, agresivo, abatido… Entonces es el
momento de detenerse en un lugar donde pueda hablar a solas con Jesús.
Para ayudarle, puede inspirarse en
lo que otros han dicho a Jesús, cada uno a su manera:
«Reconozco que mi vida no tiene sentido, creo que estoy perdido, como dice el Evangelio. ¡Libérame! Sálvame como a un náufrago, toma mi mano, sé mi Salvador. Hasta aquí viví como quería; traté de hacer callar mi conciencia y escogí hacer el mal.
«Reconozco que mi vida no tiene sentido, creo que estoy perdido, como dice el Evangelio. ¡Libérame! Sálvame como a un náufrago, toma mi mano, sé mi Salvador. Hasta aquí viví como quería; traté de hacer callar mi conciencia y escogí hacer el mal.
Señor Jesús, te ruego que perdones
mis mentiras, el odio que está en mí, la envidia… Ves cómo ha sido mi vida
hasta ahora. Me siento triste por haber acumulado todas estas faltas.
Es cierto, soy culpable, pero la
Biblia dice que tu sangre derramada en la cruz me purifica de todo pecado.
Diste tu vida por mí… Me abandono a ti, ven a morar en mí y purifica mis
pensamientos de todo este mal. ¡Transfórmame por completo!».
Cuéntele todo lo que hay en su
corazón, a medida que la luz del Evangelio va penetrando en usted. Estas cortas
oraciones, hechas con sinceridad, son suficientes; Jesús las escuchará, pues él
quiere ser su Salvador.
GRACIAS.. ES UNA BENDICION PODER DESPERTARNOS Y DAR GRACIAS AL SEÑOR POR ESA VIDA QUE SE NOS HA DADO. INICIMOS LA SEMANA CON LA FE PUESTA EN EL SEÑOR PARA LA CONQUISTA DE LOS PROPOSITOS QUE EL NOS HA DADO.
ResponderEliminar