Devocional
13 2017, El Silencio de Dios, ¿Quién es el mayor? A mi no me hablas? , Hacer el
Balance, Matrimonio y Familia
Año de la Restauración
Volveos a la fortaleza, oh
prisioneros de esperanza;
hoy también os anuncio que os
restauraré el doble. Zacarías 9:12
Mayo: Perseverancia
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Definir en familia que es la perseverancia y
buscar un versículo de la Biblia acorde al tema
DIA 1
Escuchad mi voz,
y seré a vosotros por Dios. Jeremías 7:23
En una o en dos maneras habla Dios; pero el hombre no entiende. Job 33:14
Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones. Hebreos 3:15
El silencio de
Dios
El escritor ruso
Dostoïevski escribió: «El infierno es el lugar en donde Dios no habla más».
Efectivamente, un día Dios guardará silencio, después de haberse dirigido al
hombre mediante las obras de la creación, el mensaje de los profetas y el
testimonio que su Hijo dio al venir a este mundo.
Todavía hoy habla
claramente por medio de su Palabra, la Biblia, muy extendida; mediante las
innumerables cruces que vemos aquí y allá, que recuerdan el sacrificio de su
Hijo; así como a través del testimonio dado por millones de hombres y mujeres
que conocen a Jesucristo como su Salvador. Aún hoy, la Palabra de Dios nos
dice: “Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones”. Dios habló
una vez, dos veces... y a menudo varias veces a nuestra vida. Continúa haciéndolo,
pero si rehusamos escucharlo como Salvador, estaremos obligados a escucharlo
una última vez como el Juez supremo, antes de ir al lugar de tormentos
eternos.
En este día de
gracia, Dios todavía se dirige a cada uno de nosotros. Escuchemos su voz, recibamos
el Evangelio; no esperemos que este llamado divino cese para siempre.
Dostoïevski
también escribió: «El hombre está triste porque no sabe que puede ser feliz».
¡Realmente es así! Hoy, la felicidad está al alcance de su mano. Es preciso
escuchar a Jesús quien, como en otro tiempo, nos dice: “Venid a mí todos los
que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28).
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DIA 2 PARA LA FAMILIA
(Los
discípulos preguntaron a Jesús:) ¿Quién es el mayor en el reino de los
cielos? Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De
cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en
el reino de los cielos. Mateo 18:1-3
¿Quién es el
mayor?
Algunas preguntas de la Biblia
Esta pregunta se
repite continuamente. ¿Quién es el más fuerte en el patio de la escuela?
¿Quién es el primero de la clase? ¿Quién ganó la carrera? ¿Quién tiene el
mejor salario? ¡Y la lista podría continuar!
Cuando los
discípulos le hicieron esta pregunta, Jesús llamó a un niño y lo puso en
medio de ellos. Les mostró que los que querían entrar en el reino de los
cielos tenían que convertirse y volverse como niños. Así debemos recibir
humildemente el Evangelio, renunciando a nuestra propia inteligencia y a toda
pretensión. ¡Somos salvos únicamente por la fe!
Luego Jesús
respondió a la pregunta: “Cualquiera que se humille como este niño, ese es el
mayor en el reino de los cielos” (v. 4). Así que, entre los creyentes, somos
grandes en la medida en que nos humillemos. Somos grandes cuando nos ponemos
a disposición de los demás. La verdadera grandeza está ligada al amor que se
complace en servir y darse por los demás.
Dios detesta el
orgullo. “La soberbia y la arrogancia... aborrezco”, dice el Señor
(Proverbios 8:13). “Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes”
(Santiago 4:6). Si tenemos una alta opinión de nosotros, Dios tendrá que
enseñarnos a ser humildes. Pensemos en la humillación voluntaria de nuestro
Señor. Él es nuestra verdadera vida, nuestro tema de gloria (Gálatas 6:14).
Nuestra riqueza es su amor, su fidelidad. Pensando en él, en sus intereses,
nos olvidamos de nosotros y podemos reflejar algunos rasgos de su belleza
moral.
Tarea: Compartir en familia de acuerdo al devocional, porque es Jesús dice que seamos como niños?
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Día 3 Señor... Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu
palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón. Jeremías 15:15-16
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para
redargüir, para corregir, para instruir en justicia. 2 Timoteo 3:16
¡Aliméntese con
la Biblia!
–Antonio: ¿Por
qué se dice que la Biblia es la Palabra de Dios? ¡Sus escritores eran
hombres!
–Roberto: Sí,
pero escribían de parte de Dios, eran profetas, testigos de Dios.
–De acuerdo,
¡pero pudieron equivocarse!
–Eso es
imposible, pues los creyentes que recopilaron sus escritos eran muy
escrupulosos. Al reunir los libros que constituirían la Biblia, estaban
convencidos de que estaban inspirados por Dios. Verificaron meticulosamente
cada copia y velaban para no añadir ni quitar nada del texto de la Palabra de
Dios.
–Al final hay que
confiar en los demás.
–Todavía hay
pruebas, independientes de los escritores. Por ejemplo, los libros de la
Biblia se complementan formando una bella armonía. En su conjunto ofrecen,
muchos siglos con antelación, una profecía completa sobre Cristo: su venida,
su vida ejemplar, su muerte y su actual presencia junto a Dios.
–Sus argumentos
son justos, pero yo tengo mis dudas...
–Es normal, la
convicción de que la Biblia es la Palabra de Dios no proviene únicamente de
pruebas intelectuales. Es dada por la fe: al recibirla como viniendo de Dios
mismo, ella tocará su corazón. Léala a menudo, lentamente, orando, y verá que
ella es viva, es decir, que ilumina el ser interior con esa luz divina que
desvela todo lo que usted es ante Dios. También da lo que promete, sobre todo
la gracia divina, la seguridad del perdón de Dios y de la vida eterna.
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Día 4 Si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si
sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos
las peticiones que le hayamos hecho. 1 Juan 5:14-15
Dos maneras de
orar
Hay que ser
coherentes. No podemos decir que creemos en Dios si no nos dirigimos a él en
oración de una manera seria. De lo contrario creemos en un Dios muy vago y
lejano, un Dios a quien acudimos cuando todo va mal, o con la esperanza de
obtener su favor, pero haciendo aquello que le desagrada. Orar a Dios tampoco
es un deber, sino una necesidad vital del creyente, y un gran privilegio.
Si bien es
exponerle nuestras necesidades con confianza, también es acercarnos a un
Padre que nos conoce y quiere escucharnos. ¿Nos acordamos de darle las
gracias por habernos sacado victoriosos de las pruebas? La oración también es
ofrenda, alabanza: ¡Digámosle a Dios cuán grande y maravilloso es Jesús para
nosotros!
¡Dulce oración,
dulce oración,
Que del cuidado
terrenal
Sabes llevar mi
corazón
Hasta el buen Padre celestial!
¡Oh cuántas veces
tuve en ti
Auxilio en ruda
tentación,
Y cuantos bienes
recibí
Por tu valor, dulce oración!
Dulce oración,
dulce oración,
Al trono excelso
de bondad
Elevarás mi
petición
Hecha con labios de verdad.
Será mi ruego
oído allí,
Y la divina
bendición
En abundancia
sobre mí
Descenderá, dulce oración.
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DÍA 5 Día de Oración y Alabanza
Salmo 11
Para el director del coro: salmo de David.
1 Yo confío
en la protección del Señor.
Así que, ¿por qué me dicen: «¡Vuela como un ave a las montañas para ponerte a salvo! 2 Los malvados ponen las cuerdas a sus arcos y acomodan sus flechas sobre las cuerdas. Disparan desde las sombras contra los de corazón recto. 3 Cuando los fundamentos de la ley y del orden se desmoronan, ¿qué pueden hacer los justos?»?
4 Pero el Señor está en su santo templo;
el Señor aún gobierna desde el cielo. Observa de cerca a cada uno y examina a cada persona sobre la tierra. 5 El Señor examina tanto a los justos como a los malvados y aborrece a los que aman la violencia. 6 Hará llover carbones encendidos y azufre ardiente sobre los malvados, y los castigará con vientos abrasadores. 7 Pues el Señor es justo y ama la justicia; los íntegros verán su rostro. |
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