Año de la Restauración
Volveos a la
fortaleza, oh prisioneros de esperanza;
hoy también os
anuncio que os restauraré el doble. Zacarías 9:12
Mayo Perseverancia
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Verso del Mes: Entremos
por sus puertas y por sus atrios
con alabanzas y con acción de gracias; ¡Alabémosle, bendigamos su nombre!
5 ¡El Señor es bueno! ¡Su misericordia es eterna!
¡Su verdad permanece para siempre! Salmos 100:4-5
con alabanzas y con acción de gracias; ¡Alabémosle, bendigamos su nombre!
5 ¡El Señor es bueno! ¡Su misericordia es eterna!
¡Su verdad permanece para siempre! Salmos 100:4-5
DIA 1 Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos.
Cantar de los
Cantares 8:7
Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su
vida por sus amigos.
Juan 15:13
El poder del amor de Dios
Dios manifestó en Jesús su poder de amor, el cual permanece intacto,
incluso cuando los hombres lo rechazan. Nadie puede alterar el amor de Dios
ni degradarlo. Este amor puede cambiar a los orgullosos en hombres humildes,
a los ladrones en personas generosas, y a los hombres más disolutos en
personas íntegras y puras.
Dios es Maestro y Señor, pero debemos reconocer su señorío a la luz de su
actividad de amor en medio de los hombres: es Señor viviendo como Siervo. El
Hijo de Dios vino a servir a favor del hombre. Vino a vivir cerca de
nosotros, a morir por nosotros y a darnos la vida.
Dios es el Todopoderoso, sin embargo su poderío aparece a la luz de un
amor que se entregó hasta la muerte, lleno de compasión por nuestros
sufrimientos. Este amor condujo a Jesucristo a llevar él mismo el castigo por
nuestros pecados.
Dios será el juez supremo de todos los hombres, pero reconocemos su
justicia a la luz de su misericordia. En la cruz de Cristo, su justicia no
nos condena, sino que nos hace justos. Cada uno de nosotros puede acercarse a
Dios confiando en su amor.
Dios nos buscó y nos halló en Jesús. Él, que es Dios desde toda la
eternidad, aceptó hacerse hombre y morir en la cruz para revelarnos al Dios
de amor.
“El Señor se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor
eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia” (Jeremías 31:3).
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DIA 2 PERSEVERANCIA
Así que
pidan, y se les dará. Busquen, y encontrarán. Llamen, y se les abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que
busca, encuentra; y al que llama, se le abre.
Lucas 11:9-10
La perseverancia ayuda a triunfar
LA PERSEVERANCIA es una cualidad que escasea en nuestros
tiempos. Muchas personas creen que el triunfo tiene que ver más con estar en
el lugar debido en el momento apropiado que con la perseverancia. ¿Quién
puede culparlas de ello? Los medios de comunicación están llenos de frases
publicitarias cuyo mensaje subliminal es que, con el mínimo esfuerzo y solo
un poco más de dinero, puede conseguirse casi todo lo que se desea. En los
periódicos no dejan de aparecer historias de triunfos repentinos y de jóvenes
empresarios prodigios que ganan millones de dólares poco después de
graduarse.
El columnista Leonard Pitts se lamenta: “En una sociedad
obsesionada con la imagen, parece demasiado fácil. Parece algo que cualquiera podría lograr
con solo entender el truco, tener la habilidad o recibir ayuda divina”.
Perseverar significa “mantenerse firme o constante en la
realización o continuación de una cosa”. Implica proseguir con decisión ante
la adversidad, ser tenaz, no darse por vencido. La Biblia pone de
relieve la importancia de la perseverancia.
Tarea en familia: Cada familia escribe una historia en la que
han conseguido triunfos cuando han perseverado y la escriben en el cuaderno.
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DIA 3 (El Señor) me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona
en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis
debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 2 Corintios 12:9
(Jesús dijo:) Separados de mí nada podéis hacer. Juan 15:5
Id y vedlo
Lea Marcos 6:34-44
“¿Cuántos panes tenéis? Id y vedlo”, dijo Jesús a sus discípulos. Estaban
ante una multitud de cinco mil hombres, y Jesús les había ordenado que los
alimentasen. Los discípulos hicieron cuentas y respondieron: “Cinco, y dos
peces” (v. 38). ¿Qué hacer?
Entonces Jesús les pidió que le trajesen los panes y los peces, y que
hicieran sentar a la gente. ¡Por su poder, cinco mil hombres fueron saciados,
y quedaron abundantes restos!
¿Por qué Jesús insistió en que sus discípulos contasen los panes?
¿Pensaba que tenían suficiente para alimentar a cinco mil hombres? ¡Seguro
que no! Él conocía la respuesta. Y si hubiesen tenido la mitad o diez veces
más, para él hubiese sido lo mismo. Podía alimentar a esa multitud a partir
de nada, pero mediante esta pregunta quería que los discípulos se diesen
cuenta de que sin él no podían hacer lo que les pedía.
Esta escena está llena de enseñanza para los creyentes. Incluso si no nos
necesita, Jesús quiere que participemos en su trabajo. Si le llevamos lo poco
que tenemos, puede sacar de eso una abundante bendición para los demás.
¡Incluso “sobró”, es decir, no saldremos perdiendo! No seamos, pues,
presuntuosos ni perezosos. Presuntuosos, pensando que podemos hacer mucho por
nosotros mismos. Y perezosos, estimando que no vale la pena poner lo “poco”
que tenemos al servicio del Maestro.
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DIA 4 A los ricos de este siglo manda que no sean
altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas,
sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las
disfrutemos. 1 Timoteo 6:17
Las riquezas
La crisis económica y financiera que empezó en 2008 reveló la arriesgada
gestión de las obligaciones estatales y de los préstamos bancarios. ¡Se
perdieron enormes cantidades de dinero! Programas demasiado ambiciosos y el
afán de ganar dinero fácil hicieron que mucha gente especulara
imprudentemente y perdiera todo.
La Biblia nos advierte que las riquezas materiales no son fiables y que
pueden desaparecer rápidamente. “Vuestro oro y plata están enmohecidos”
(Santiago 5:3). El cristiano es exhortado a no aferrarse a ellas. “No te
afanes por hacerte rico; sé prudente, y desiste. ¿Has de poner tus ojos en
las riquezas, siendo ningunas? Porque se harán alas como alas de águila, y
volarán al cielo” (Proverbios 23:4-5).
Los bienes materiales nos son prestados por Dios para nuestra vida en el
mundo, y los abandonaremos cuando dejemos esta tierra. Nuestra
responsabilidad es administrarlos correctamente, no solo para nuestras
necesidades personales, sino para el bien de todos, permaneciendo fieles a
nuestro Maestro celestial, es decir, demostrando sabiduría, bondad,
justicia...
No olvidemos que tendremos que rendir cuentas de nuestra administración,
como el mayordomo de Lucas 16:1-2. Esforcémonos para ser de aquellos a
quienes Dios podrá decir: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido
fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor” (Mateo 25:21).
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DÍA 5
Salmos
15Reina Valera
Contemporánea (RVC)
Para habitar en el monte de Dios
Salmo de David.
Señor, ¿quién puede vivir en tu templo?
¿Quién puede habitar en tu santo monte? 2 El que vive rectamente y practica la justicia, el que es sincero consigo mismo, 3 el que no calumnia con la lengua, ni perjudica a sus amigos, ni procura el mal de su vecino; 4 el que desprecia al que Dios desprecia, pero honra al que da honra a Dios; el que cumple sus promesas aunque salga perjudicado. 5 El que no presta dinero con interés, ni acepta soborno en contra del inocente. El que así vive, jamás caerá. |
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