Año de la Restauración
Volveos a la
fortaleza, oh prisioneros de esperanza;
hoy también os
anuncio que os restauraré el doble. Zacarías 9:12
Mayo Perseverancia
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Verso del Mes: Entremos
por sus puertas y por sus atrios
con alabanzas y con acción de gracias; ¡Alabémosle, bendigamos su nombre!
5 ¡El Señor es bueno! ¡Su misericordia es eterna!
¡Su verdad permanece para siempre! Salmos 100:4-5
con alabanzas y con acción de gracias; ¡Alabémosle, bendigamos su nombre!
5 ¡El Señor es bueno! ¡Su misericordia es eterna!
¡Su verdad permanece para siempre! Salmos 100:4-5
DIA 1 ¿Por qué duermen?
Cuando Jesús se levantó después de orar, fue a
donde estaban sus discípulos, y a causa de la tristeza los halló durmiendo. 46 Les dijo: «¿Por qué duermen? ¡Levántense y oren
para que no caigan en tentación!»Lucas 22:45-46
Algunas preguntas de la Biblia
Jesús acostumbraba retirarse a Getsemaní, un huerto ubicado al este de
Jerusalén. Este lugar ha quedado grabado en la memoria de los cristianos:
allí Jesús estuvo muy triste, fue traicionado y detenido. Allí, en medio de
intensas oraciones, más allá de lo que podemos comprender, Jesús aceptó ir a
la cruz y derramar “su vida hasta la muerte” (Isaías 53:12).
Jesús tomó consigo algunos de sus compañeros para que estuviesen con él y
orasen. Luego se alejó y, solo con su Dios, oró: “Padre, si quieres, pasa de
mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya” (Lucas 22:42).
Ningún discípulo comprendió la intensidad de ese combate espiritual, sin
embargo Jesús les había dicho: “Mi alma está muy triste, hasta la muerte;
quedaos aquí, y velad conmigo” (Mateo 26:38).
Nos quedamos pensativos y admirados ante tal tristeza y tales
sufrimientos... El combate del Señor nos hace sentir el horror que Dios tiene
al pecado, y la grandeza de su amor.
Según las profecías, el Salvador fue dejado solo, no tuvo ningún
consolador (Salmo 69:20). Los discípulos se durmieron de tristeza. Jesús no
les hizo ningún reproche, solo les dijo: “¿Por qué dormís?”. Luego los animó,
como lo hace con nosotros: “Levantaos, y orad para que no entréis en
tentación” (Lucas 22:46). El sueño espiritual equivale a los momentos, a los
días que el cristiano pasa lejos de Cristo. Son ocasiones propicias para que
la tentación nazca en nuestro corazón.
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DIA 2 PERSEVERANCIA
Proverbios 24:16
Un
aspecto importante de la perseverancia es hacer
frente a los problemas o dificultades que inevitablemente se sufrirán. En
lugar de rendirse cuando se presenta una dificultad o se tiene un fracaso,
quien persevera ‘se levanta’, sigue adelante y lo intenta de nuevo.
No obstante,
muchas personas no están preparadas para afrontar las dificultades y los
fracasos que pudieran surgir. Como nunca han desarrollado el deseo de
perseverar, se dan por vencidas fácilmente. “Muchos reaccionan ante el
fracaso de un modo perjudicial para sí mismos —observa el escritor
Morley Callaghan—. Se autocompadecen, culpan a todo el mundo, se amargan
y [...] se rinden.”
Por
supuesto, no siempre es fácil volver a empezar tras un revés. En ocasiones
nos topamos con obstáculos que tal vez parezcan resistir todos nuestros
intentos de superarlos. En lugar de acercarnos a la realización de nuestros
objetivos, parece que nos alejáramos de estos más y más. Puede que nos
sintamos abrumados e incapaces de continuar, y que nos desalentemos y hasta
deprimamos (Proverbios 24:10). Pero la Biblia nos anima:
“No desistamos de hacer lo que es excelente, porque al debido tiempo
segaremos si no nos cansamos” (Gálatas 6:9).
Tarea en familia: En familia busquen una historia Bíblica que muestre
perseverancia en medio de la dificultad y escríbela en tu cuaderno.
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DIA 3 ¿Muy pocos serán salvos?
23 Alguien le preguntó: «Señor, ¿son pocos los que
se salvan?» Y él respondió: 24 «Hagan todo lo posible para entrar por la
puerta angosta, porque yo les digo que muchos tratarán de entrar y no podrán
hacerlo. Lucas 13:23-24
Algunas preguntas de la Biblia
Alguien preguntó a Jesús si son pocas las personas que se salvan. El
Señor no respondió directamente la pregunta, pero explicó lo que cada uno
debe hacer para ser salvo. “Esforzaos a entrar por la puerta angosta” (Lucas
13:24). El camino de la salvación es accesible a todos y es el mismo para
todos: Hay que pasar por la puerta estrecha, es decir, por Jesús crucificado.
“Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo” (Juan 10:9).
Entrar por esta puerta es reconocerse perdido y creer que Jesús es el único
medio para ser salvo. Hay que renunciar a cualquier otro medio humano, por
ejemplo: obras religiosas, adhesión intelectual, tradiciones, educación...
Antes de su conversión el apóstol Pablo, hombre muy instruido, animado
por un celo salvaje por su religión, perseguía a los creyentes. Pero luego
estimó como “basura” todas las ventajas que había recibido de su educación y
de sus funciones religiosas. Su fe contaba solamente con la justicia que Dios
da a aquel que cree (ver Filipenses 3:9).
Si rehusamos ir al Señor, buscarlo y creer en él, entonces permanecemos
lejos de Dios, unidos al mal, y nos exponemos a escuchar esta terrible frase
del Señor en el día del juicio: “No os conozco” (Mateo 25:12).
Ser salvo es primeramente tener la vida eterna mediante la fe en Cristo.
Solo entonces podremos llevar una vida que agrade a Dios, y esforzarnos en
permanecer arraigados a su gracia.
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DIA 4 Llevar su cruz
Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Mateo 16:24
Que seáis llenos del conocimiento de su voluntad... para que andéis como
es digno del Señor, agradándole en todo. Colosenses 1:9-10
Hoy, en el lenguaje común, «llevar su cruz» significa soportar un
sufrimiento largo y persistente debido a una enfermedad, una discapacidad o,
más generalmente, un problema que nos parece sin solución. Esta expresión
tiene su origen en la Biblia, pero no es realmente esto lo que Jesús pide a
sus discípulos.
Tomar “su cruz cada día” (Lucas 9:23), en sentido espiritual, es vivir
diariamente la nueva condición en la que la cruz de Cristo me colocó. “Con
Cristo estoy juntamente crucificado” (Gálatas 2:20). No es una dura
obligación, sino todo lo contrario, una verdadera liberación: “Y ya no vivo
yo, mas vive Cristo en mí”, añadió el apóstol Pablo.
Nuestros pecados fueron borrados mediante la cruz de Cristo, pues él
murió en nuestro lugar. Por ella también hemos sido liberados de lo que
éramos, ya que hemos muerto con él. Si lo recibo por la fe, entonces puedo
vivir “en vida nueva” (Romanos 6:4-5).
Tomar nuestra cruz es, pues, afirmar que nuestra identidad cambió, es
vivir la vida de Cristo resucitado. Hemos pasado a ser hijos de Dios: “Ahora
somos hijos de Dios” (1 Juan 3:1-2).
“Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como
también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y
sacrificio a Dios en olor fragante” (Efesios 5:1-2).
Por eso nosotros, desde el día que lo supimos,
no cesamos de orar por ustedes y de pedir que Dios los llene del conocimiento
de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, 10 para que vivan como es digno del Señor, es
decir, siempre haciendo todo lo que a él le agrada, produciendo los frutos de
toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios. Colosenses 1:9-10
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DÍA 5
Salmos
16Reina Valera
Contemporánea (RVC)
Una herencia escogida
Mictam de David.
16 Cuídame, oh
Dios, porque en ti confío.
2 Yo declaro, Señor, que tú eres mi dueño; que sin ti no tengo ningún bien. 3 Poderosos son los dioses del país, según todos los que en ellos se complacen. 4 ¡Pero grandes dolores esperan a sus seguidores! ¡Jamás derramaré ante ellos ofrendas de sangre, ni mis labios pronunciarán sus nombres!
5 Tú, Señor, eres mi copa y mi herencia;
tú eres quien me sostiene. 6 Por suerte recibí una bella herencia; hermosa es la heredad que me asignaste. 7 Por eso te bendigo, Señor, pues siempre me aconsejas, y aun de noche me reprendes. 8 Todo el tiempo pienso en ti, Señor; contigo a mi derecha, jamás caeré. 9 Gran regocijo hay en mi corazón y en mi alma; todo mi ser siente una gran confianza, 10 porque no me abandonarás en el sepulcro, ¡no dejarás que sufra corrupción quien te es fiel. 11 Tú me enseñas el camino de la vida; con tu presencia me llenas de alegría; ¡estando a tu lado seré siempre dichoso! |