Año de la Restauración
Volveos a la fortaleza, oh
prisioneros de esperanza;
hoy también os anuncio que
os restauraré el doble. Zacarías 9:12
Marzo LEALTAD
|
DIA 1 El Señor la
vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores. Lucas 7:13
En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones
alegraban mi alma.
Salmo 94:19
La simpatía
divina
En cada paso que
dio, Jesús se encontró con el sufrimiento y la muerte, consecuencias del
pecado para el hombre. Se conmovía profundamente y podía secar las lágrimas,
como lo hizo con aquella viuda en duelo por su hijo único (Lucas 7:13). En
otra ocasión, cuando Juan el Bautista fue ejecutado, sus discípulos,
desorientados y afligidos, fueron a Jesús y le contaron lo que había
sucedido.
Esta actitud de
Jesús se repite con frecuencia en los evangelios; los que lo conocían a
menudo sintieron su compasión y su profunda simpatía. En medio de su profunda
tristeza se encomendaron a él, y siempre experimentaron lo mismo: los
cuidados y el consuelo únicos que da el Señor. Como sabían que el Señor mide
la prueba, la comprende y la vive junto al que sufre, ellos mismos iban a
recibir un consuelo divino.
Incluso si ahora
no vemos a Jesús como lo veían los discípulos, mediante la fe podemos sentir
la realidad de su comprensión y consuelo. Gracias a él tendremos la fuerza
para dejar una tumba en la que descansa el cuerpo de un ser querido, y de
estar a Sus pies para exponerle nuestra tristeza, nuestra desesperación.
Entonces no nos
sentiremos decepcionados, pues Jesús comprende el corazón desesperado por el
peso del dolor. Siempre está dispuesto a escuchar, listo para responder,
aliviar y consolar a todo el que confía en él. ¡Él mismo pasó por tantos
sufrimientos!
“No tenemos un
sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno
que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado” (Hebreos
4:15).
|
DIA 2 LEALTAD
Porque más me deleito en la lealtad que en el sacrificio,
y más en el conocimiento de Dios que en los holocaustos. Oseas 6:6
La palabra lealtad es una virtud que cuesta encontrar en el
mundo y la sociedad en la que nos desenvolvemos hoy en día. Si buscamos la
palabra lealtad en el diccionario su definición es la siguiente: 'Cumplimiento
de lo que exigen las leyes de la fidelidad y las del honor'. Lealtad es el compromiso voluntario que se adquiere con algo o alguien en
los buenos y en los malos momentos y es recomendable que los niños aprendan
esto desde una edad temprana, cuanto antes asimilen este tipo de conceptos con
más facilidad los adoptaran luego en diversas situaciones.
Tarea: Define la Palabra Leal y tres ejemplos de lealtad. Escríbelos en tu cuaderno
y compartan en familia.
|
DIA 3 Era
necesario al Hijo del Hombre padecer mucho... y ser muerto, y resucitar
después de tres días. Marcos 8:31
El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para
dar su vida en rescate por muchos. Marcos 10:45
Cristo, el siervo
que sufrió
Evangelio según Marcos
Es el más corto y
el más condensado de los cuatro evangelios. En él se mencionan más las obras
de Jesús que sus palabras. Desde el principio Marcos habla del servicio del
Señor. La expresión “luego” aparece con mucha frecuencia, para subrayar el
compromiso incesante de Jesús en su servicio.
Marcos presenta a
Jesús como el Siervo perfecto. No solo es el Rey prometido a Israel, como lo
revela Mateo, sino también el verdadero Siervo de Dios (ver Isaías 42:1-9;
49:1-6; 52:13-15; Zacarías 3:8). No es el siervo de los hombres, sino de
Dios. Sin embargo, su servicio para Dios se cumple sirviendo a los hombres;
de este modo da a conocer la bondad y la misericordia divinas.
Jesús también es
el Siervo que sufrió. En este evangelio, los sufrimientos y la muerte de
Jesús ocupan mucho lugar. El Señor Jesús habló cuatro veces a sus discípulos
de los sufrimientos por los que debía pasar: “Está escrito del Hijo del
Hombre, que padezca mucho y sea tenido en nada”. “Le escarnecerán, le azotarán,
y escupirán en él, y le matarán; mas al tercer día resucitará” (Marcos 9:12;
10:34, ver también cap. 8:31; 9:31). Según sus propias palabras, “no vino
para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por
muchos”.
Un rescate es el
precio que hay que pagar para que los cautivos puedan ser liberados. Jesús
anunció que iba a morir en lugar de aquellos que creían en él, para
liberarlos de la esclavitud de Satanás y del pecado.
|
DIA 4 Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde
vendrá mi socorro? Mi socorro viene del Señor... No dará tu pie al
resbaladero, ni se dormirá el que te guarda... El Señor te guardará de todo
mal; el guardará tu alma. Salmo 121:1-7
¿De dónde vendrá
mi socorro?
Algunas preguntas de la Biblia
Cuando
necesitamos fuerzas es bueno buscarlas donde ellas están. Este salmo invita a
los cristianos, quienes por naturaleza somos propensos a ocuparnos de nuestro
propio sufrimiento, a ir a Dios.
¿Cuáles son esos
montes de donde viene el socorro? Son los atributos de Dios y sus promesas.
Dios tiene el control sobre las circunstancias de la vida de los suyos en
cada situación. Su misericordia, su justicia, su poder, su amor, su fidelidad
y su soberanía son algunas de las rocas sobre las que nuestra fe puede
apoyarse.
En cuanto a las
promesas de Dios, son una ayuda eficaz y continua para aquel que se las
apropia. Fijando nuestra mirada en esos “montes” mantendremos el equilibrio
en las sendas difíciles de la vida, pues Dios no permitirá que nuestro pie
resbale. Y si guarda nuestro pie, todo nuestro ser será preservado. Nuestro
Dios vela constantemente sobre nosotros; él no se siente cansado ni con
sueño. Confiemos en él y caminaremos sin temor, incluso atravesando el valle
de sombra de muerte.
La promesa de que
Dios guardará nuestra alma es la seguridad de que seremos guardados de las
garras del pecado, del peso del desánimo y de las pretensiones del orgullo.
¿Quién puede hacer daño a un alma que el Señor guarda?
Nadie puede
sentirse más seguro que aquel a quien Dios protege; y nadie puede estar en
tan gran peligro como aquel que busca en sí mismo su protección.
|
DÍA 5 Día de Oración y Alabanza
DIGNIDAD
Salmo 8
Para el director del coro: salmo de David; acompáñese con
instrumento de cuerda.
1 Oh Señor, Señor
nuestro, ¡tu majestuoso nombre llena la tierra!
Tu gloria es más alta que los cielos. 2 A los niños y a los bebés les has enseñado a hablar de tu fuerza, así silencias a tus enemigos y a todos los que se te oponen.
3 Cuando
miro el cielo de noche y veo la obra de tus dedos
—la luna y las estrellas que pusiste en su lugar—, me pregunto: 4 ¿qué son los simples mortales para que pienses en ellos, los seres humanos para que de ellos te ocupes? 5 Sin embargo, los hiciste un poco menor que Dios y los coronaste de gloria y honor. 6 Los pusiste a cargo de todo lo que creaste, y sometiste todas las cosas bajo su autoridad: 7 los rebaños y las manadas y todos los animales salvajes, 8 las aves del cielo, los peces del mar, y todo lo que nada por las corrientes oceánicas.
9 Oh Señor, Señor
nuestro, ¡tu majestuoso nombre llena la tierra!
|
La lealtad es un valor que se encuentra en seres humanos maravillosos!
ResponderEliminar