Año de la Restauración
Volveos a la fortaleza, oh
prisioneros de esperanza;
hoy también os anuncio que
os restauraré el doble. Zacarías 9:12
Marzo RESPONSABILIDAD
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DIA 1 ¿Cómo actúan las
personas irresponsables? PARTE 2
Texto: Josue 7:24-25
Una
persona que sabe quién es en Dios, que reconoce sus habilidades y también sus
debilidades, que tiene seguridad de su posición en Dios, que conoce el
propósito para su vida y sigue el plan de acuerdo a su Voluntad… es una
persona que actúa con responsabilidad. Ahora bien cuando no se tiene claridad
de lo anterior entonces el resultado es vivir irresponsablemente, esta
conducta se evidencia así:
Un
ejemplo claro de irresponsabilidad fue Acan Josué Cap 7, sus actos lo llevaron al
desastre personal, familiar y de la comunidad.
Tarea en casa: ¿Si lo anterior es
característica de alguien irresponsable, entonces como debería vivir una
persona responsable? ESCRIBE EN EL
CUADERNO DEVOCIONAL
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DIA 2 El Maestro Jesús EJEMPLO DE RESPONSABILIDAD
Les dijo: «Mi alma
está destrozada de tanta tristeza, hasta el punto de la muerte. Quédense aquí
y velen conmigo».
Se
adelantó un poco más y cayó en tierra. Pidió en oración que, si fuera
posible, pasara de él la horrible hora que le esperaba. «Abba,
Padre —clamó—, todo es posible para ti. Te pido que quites
esta copa de sufrimiento de mí. Sin embargo, quiero que se haga tu voluntad,
no la mía».
Marcos 14:34-36
Hemos hablado que la RESPONSABILIDAD es una conducta o fruto del VALOR
DE LA DIGNIDAD. El mejor ejemplo de esto definitivamente fue nuestro Señor Jesús.
Alguien responsable:
Cumple sus compromisos y su palabra a pesar
de…
Cumple la Voluntad de Dios…
Vive de acuerdo a su identidad, sabe quién es
Dios…
Vive de acuerdo a su destino y propósito…
Es confiable…
Depende de Dios…
Asumen las consecuencias de sus actos…
Tarea: Escribe en tu cuaderno cuáles son tus
responsabilidades: En casa, en el colegio, trabajo, como padre, madre, como
hijo y como parte de una comunidad.
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DIA 3 El Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer. Romanos 15:13
Gozo y paz
«¿Qué lo hace
feliz?». Esta fue la pregunta que leí en la primera página de una revista muy
conocida. Al hojearla descubrí una multitud de artículos destinados a amoblar
y decorar la casa, o a crear un jardín más bonito. Vivir en un espacio
agradable y confortable puede, sin duda, contribuir al bienestar, pero este
privilegio no es accesible a todos.
En cambio, hay
una felicidad a la que todos tienen acceso y es gratuita.
“He aquí os doy nuevas de gran gozo”, dijo el ángel a los pastores cuando
Jesús nació. “Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es
Cristo el Señor” (Lucas 2:10-11). El mundo de aquel entonces no quiso recibir
esta buena noticia, pero hoy, todo aquel que se acerca a Jesús con fe puede
experimentar el verdadero gozo de la salvación, del perdón y de la vida
eterna.
Dios también da
la paz: “Tenemos paz para con Dios por medio de nuestro
Señor Jesucristo” (Romanos 5:1). Él mismo hizo la paz “mediante la sangre de
su cruz” (Colosenses 1:20). Jesús, muerto y resucitado, dijo a sus discípulos
tristes y temerosos: “Paz a vosotros” (Juan 20:21). Creer en el Señor
Jesucristo es experimentar esta paz profunda en nuestra conciencia y su gozo
en nuestro corazón. Los primeros cristianos de Roma poseían esta felicidad y
esta paz, y el apóstol Pablo deseaba que estuviesen rebosantes de ellas.
Cristianos,
oremos para que Dios nos ayude a estar llenos de ellas y a transmitirlas a
los que nos rodean.
“Por cuanto me has alegrado, oh Señor, con tus obras; en las obras de
tus manos me gozo” (Salmo 92:4). “Me hiciste conocer los caminos de la vida;
me llenarás de gozo con tu presencia” (Hechos 2:28).
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DIA 4 Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis
acaso iros también vosotros? Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién
iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y
conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Juan 6:67-69
¿Queréis acaso iros también vosotros?
Algunas preguntas de la Biblia
A veces los
milagros y las enseñanzas de Jesús despertaron entusiasmo, y multitudes
acudieron a escucharlo. Pero el entusiasmo no es fe, y cuando Jesús mostró lo
que implica la fe, muchos se alejaron. Jesús sintió tristeza al ver esas
deserciones, pero sabía que la hora de la verdad debía llegar para cada
persona, e hizo esta pregunta a los discípulos más cercanos a él: “¿Queréis
acaso iros también vosotros?”.
A la hora de
tomar decisiones, o en medio del sufrimiento y el desánimo, nosotros que
hemos escuchado las enseñanzas de Jesús, ¿daremos marcha atrás? ¿Formaremos
parte de los que desertan? Las buenas costumbres no bastarán para retenernos,
ni siquiera el afecto de nuestros amigos creyentes... ¡solo la fe determinará
nuestra decisión!
Pedro, espontáneo
y en un impulso de afecto y sinceridad, respondió: “Tú tienes palabras de
vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el
Hijo del Dios viviente”. Su respuesta hace resaltar los dos puntos de apoyo
de su fe:
– Primero las
palabras del Señor, mediante las cuales encontró la vida eterna, es decir,
una vida que lo puso para siempre en relación con Dios mismo; desde entonces
las palabras de Jesús alimentaron su vida.
– Luego Pedro fue
hasta el corazón de su fe: creyó, y por lo tanto supo que Jesús es mucho más
que un hombre. Es aquel a quien Dios designó, único entre los hombres. Es el
Mesías, “el Hijo de Dios”, el Salvador del mundo.
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DÍA 5 Día de Oración y Alabanza
DIGNIDAD
Salmo 8
Para el director del coro: salmo de David; acompáñese con
instrumento de cuerda.
1 Oh Señor, Señor
nuestro, ¡tu majestuoso nombre llena la tierra!
Tu gloria es más alta que los cielos. 2 A los niños y a los bebés les has enseñado a hablar de tu fuerza, así silencias a tus enemigos y a todos los que se te oponen.
3 Cuando
miro el cielo de noche y veo la obra de tus dedos
—la luna y las estrellas que pusiste en su lugar—, me pregunto: 4 ¿qué son los simples mortales para que pienses en ellos, los seres humanos para que de ellos te ocupes? 5 Sin embargo, los hiciste un poco menor que Dios y los coronaste de gloria y honor. 6 Los pusiste a cargo de todo lo que creaste, y sometiste todas las cosas bajo su autoridad: 7 los rebaños y las manadas y todos los animales salvajes, 8 las aves del cielo, los peces del mar, y todo lo que nada por las corrientes oceánicas.
9 Oh Señor, Señor
nuestro, ¡tu majestuoso nombre llena la tierra!
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