Verso para Memorizar de mes:
Ahora bien, la fe
es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve Hebreos
11:1
Los estudiantes escriben en su cuaderno: 1.Titulo
de Devocional, 2. cita Biblia,3. la reflexión y 4. aplicación para su vida.
Día 1 Tarea en Familia: DESAFIO DEL AMOR FAMILIA:
Durante este mes estaremos hablando sobre el principio del amor y las
conductas que se evidencian cuando se vive con AMOR. La base entonces de las
relaciones familiares debe ser el AMOR.
LA BIBLIA DICE:
El amor
es paciente y bondadoso. El amor no es celoso ni fanfarrón ni orgulloso
1 Corintios 13:4
EL AMOR ES… PACIENTE
Sean humildes, amables y pacientes, y
con amor dense apoyo los unos a los otros. (Efesios 4:2) El amor da
resultado. Es el motivador más poderoso de la vida y tiene una profundidad y
un significado tanto mayor de lo que comprende la mayoría de las personas.
Siempre hace lo mejor para los demás y puede darnos la capacidad de enfrentar
el problema más terrible. Nacemos con una sed de amor que dura toda la vida.
Nuestro corazón lo necesita con desesperación, como nuestros pulmones
necesitan el oxígeno. El amor cambia nuestra motivación para vivir. Con él,
las relaciones cobran significado.
Esos pilares son la paciencia y la
bondad. Las otras características del amor son extensiones de estos dos
atributos. Y aquí comenzará tu desafío: con la paciencia. El amor te
inspirará a transformarte en una persona paciente. Cuando decides ser
paciente, respondes en forma positiva frente a una situación negativa. Eres
lento para enojarte. Decides guardar la compostura en lugar de enfadarte con
facilidad. En vez de ser impaciente y exigente, el amor te ayuda a calmarte y comenzar a demostrar
misericordia a los que te rodean. La paciencia trae una tranquilidad interior
durante una tormenta exterior. A nadie le gusta estar cerca de una persona
impaciente. Hace que reacciones exageradamente con enojo, insensatez y de
manera lamentable.
Tarea en familia: Pregunta a las personas
de tu familia una definición de PACIENCIA
luego escríbelas en el cuaderno, ellos deben firmar al lado de la definición.
DESAFIO: La primera parte de
este desafío DE AMOR es bastante simple. Aunque el amor se comunica de
distintas maneras, nuestras palabras a menudo reflejan la condición de
nuestro corazón. Decide demostrar paciencia y no responder nada de manera
negativa. Sí surge la tentación, elige no decir nada. Es mejor contenerte que
expresar algo que luego lamentarás.
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Día 2 Tomado de día a día – Espiritualidad emocionalmente sana.
Lectura bíblica: Jonás 1:1-4
El Señor le dio el siguiente
mensaje a Jonás, hijo de Amitai:2 «Levántate y ve a la
gran ciudad de Nínive. Pronuncia mi juicio contra ella, porque he visto lo
perversa que es su gente».
3 Entonces Jonás se levantó y se fue en dirección contraria para
huir del Señor.
Descendió al puerto de Jope donde encontró un barco que partía para Tarsis.
Compró un boleto, subió a bordo y se embarcó rumbo a Tarsis con la esperanza
de escapar del Señor.
4 Ahora bien, el Señor mandó un poderoso viento
sobre el mar, el cual desató una violenta tempestad que amenazaba con
despedazar el barco.
Jonás es el ejemplo
de un profeta con un problema de espiritualidad emocionalmente enferma.
Escucha y sirve a Dios, pero se niega a escuchar su llamando a mar y tener
misericordia con Nínive, un poder mundial de sus días, famoso por su conducta
violenta e inhumana. Jonás huye cerca de cuatro mil kilómetros en la
dirección opuesta, rumbo a Tarsis, en lo que hoy es España.
¿y por qué Tarsis?
En primer lugar, era mucho más emocionante que Nínive. Esta era una ciudad
antigua que representaba una historia de ruinas e infidelidad. Ir a Nínive a
predicar no era una encomienda que deseara recibir ningún profeta hebreo con
buenas referencias. Pero Tarsis era un lugar de ella en la biblia, era un
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Una pregunta para meditar
¿Qué tormenta
interna o externa te podría estar enviando Dios a tu vida, como señal de que
hay algo que espiritualmente no va bien?
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Día 3
Regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos. Lucas 10:20
El que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago
de fuego.
Apocalipsis 20:15
Mi nombre está
escrito
«¡Papá, mi nombre
está en la lista! ¡He ganado!». Mi hija participó en un concurso de dibujo y
me mostró orgullosa la carta que acababa de recibir. No había ninguna duda:
su nombre estaba en la lista, ¡había ganado! En cuanto a mi hijo mayor, era
obvio que no había ganado el concurso, pues los resultados publicados en Internet
lo confirmaban: no estaba en la lista de los galardonados. Todos hemos
pasado, directa o indirectamente, por esos momentos de ansiedad esperando el
documento que anuncie el éxito o la derrota.
¡Existe una lista
más importante que cualquier otra! Es el “libro de la vida”, y es Dios mismo
quien lo actualiza. Para estar inscrito en él, no se necesita ser mejor o
tener más méritos que los otros; basta con creer en Jesucristo. Él mismo
dijo: “El que cree en mí, tiene vida eterna” (Juan 6:47). La claridad de dicha
afirmación me da esta seguridad: creí que Jesús dio su vida por mí, por lo
tanto mi nombre está escrito en los cielos, y puedo gozarme sin reservas. Si
el diablo trata de poner dudas en mi corazón, recuerdo que Dios no puede
mentir. Me dio la vida eterna, y por ser eterna, nunca la perderé.
Pero también es
cierto que si el nombre de alguien no aparece en el libro de la vida cuando
comparezca ante el Juez supremo, tendrá que soportar el tormento eterno. ¡El
libro de la vida es un documento importantísimo! ¿Su nombre está inscrito en
él?
En la ciudad
celeste, descrita en Apocalipsis 21, entrarán “solamente los que están
inscritos en el libro de la vida del Cordero” (v. 27).
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Día 4
El Señor mismo... descenderá del cielo; y los muertos en Cristo
resucitarán... Luego... seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes
para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 1 Tesalonicenses
4:16-17
El Espíritu y la Esposa dicen: Ven... Ciertamente vengo en breve. Apocalipsis 22:17, 20
¡Ahí está, es él!
Mi marido
regresaba a casa después de una larga ausencia, y fui a esperarlo a la
estación con nuestros hijos. El tren llegó a la estación; desde el andén
intentábamos ver con impaciencia a aquel a quien estábamos esperando y a
quien tanto amábamos. Toda clase de personas desconocidas bajaron del tren.
Teníamos los ojos abiertos de par en par para verlo tan pronto bajase. Al fin
exclamamos: «¡Ahí está, es él!», y nos precipitamos alegres hacia el ausente
que por fin volvía. ¡Ningún otro viajero de aquel tren nos interesaba, sino
solo él, el único a quien conocíamos y amábamos!
Esta escena de
encuentro en la estación a menudo me ha hecho pensar en el momento en que el
Señor regrese a buscar a los suyos, después de su larga ausencia. Los
creyentes van a sus ocupaciones cotidianas, pero esperan a su Señor, quien
está ausente y a quien conocen y aman. Y cuando él aparezca en las nubes y
llame a todos los suyos a su encuentro, resucitando primeramente a todos los
creyentes que hayan muerto, el Espíritu Santo hará brotar del corazón de
todos la exclamación de triunfo y de gozo. Entonces iremos a su encuentro en
las nubes, no para encontrarnos ante un desconocido, sino ante nuestro
Salvador y Señor, a quien aprendimos a conocer durante nuestra vida. ¡Esperémosle
cada día y gocémonos en ello, pues su venida está cerca! Y mientras tanto,
concentrémonos en conocerlo cada vez mejor.
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Día 5
Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra
de sus manos.
Salmo 19:1
Mirad que no desechéis al que habla... al que amonesta desde los
cielos. Hebreos 12:25
Dios se comunica
con el hombre
Salmo 19
“Los cielos
cuentan la gloria de Dios... No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz.
Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras”
(v. 1, 3-4). Sí, Dios quiere comunicar al hombre algo de su grandeza mediante
la naturaleza, y especialmente a través del universo celestial que nos hace
percibir lo infinito de Dios.
Por elocuente que
sea este lenguaje sin palabras, muy a menudo el hombre no lo percibe, pues
hace de sí mismo el centro de sus pensamientos, está inmerso en el torbellino
de la vida o está persuadido de poder explicar todo mediante su inteligencia.
Dios también
emplea otro tipo de comunicación para darnos a conocer no solo su grandeza,
sino también sus pensamientos. Lo hace por medio de su Palabra, revelada hoy
de forma tan maravillosa en aquel que la encarnó, es decir, Jesucristo, el
Hijo de Dios mismo, la Palabra eterna que vino a este mundo.
¿Qué quiere
comunicarnos Dios? ¿Mandamientos duros y severos? ¡Todo lo contrario! Dios
busca nuestra bendición y nuestro gozo. La Palabra de Dios restaura el alma,
la purifica y la renueva. Hace sabio al hombre, alegra el corazón e ilumina
los ojos: “El testimonio del Señor es fiel, que hace sabio al sencillo. Los
mandamientos del Señor son rectos, que alegran el corazón; el precepto del
Señor es puro, que alumbra los ojos” (v. 7-8).
Es un privilegio
si tenemos a nuestra disposición la Biblia, la Palabra de Dios escrita.
¡Leámosla! Su mensaje supremo es una Persona: ¡el Hijo de Dios, nuestro Señor
Jesús!
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Día 6
Someteos unos a otros en el temor de Dios. Las casadas estén sujetas a
sus propios maridos, como al Señor... Maridos, amad a vuestras mujeres, así
como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella. Efesios 5:21-22,
25
Los defectos de
mi cónyuge
Cuando nos
casamos amamos a nuestro cónyuge y hacemos caso omiso de sus defectos. Pero
después de algún tiempo de vida en común, esos defectos se hacen más
visibles, sin hablar de las faltas de cuidados e irritaciones recíprocas, más
difíciles de soportar. A menudo las tensiones van apareciendo en las parejas
a medida que el tiempo avanza...
Parejas
cristianas, tenemos un recurso, pues Dios eleva siempre las cosas más
sencillas de la vida a la altura de sus pensamientos. El vínculo conyugal es,
a sus ojos, una imagen de la relación que une a Cristo con su Iglesia,
compuesta por todos los verdaderos creyentes. El marido es para su esposa,
como el Señor para su Iglesia: la rodea de su amor y de sus fieles cuidados.
La mujer es, para su marido, como la Iglesia para Cristo: está sumisa a él,
responde a su amor y se beneficia de sus cuidados. Es la ayuda idónea que
Dios pone a su lado.
Esposa cristiana,
los defectos de su marido son uno de los ámbitos en los que Dios la coloca a
su lado para que le sea de ayuda. Marido, las debilidades de su esposa hacen
que ella necesite su ternura y su apoyo. Tanto para el uno como para el otro,
son ocasiones de poner en práctica la Palabra de Dios. Son cosas que están en
las manos de Dios para formarnos y educarnos.
Maridos y
esposas, vivamos en nuestra pareja los papeles complementarios que Dios
atribuyó a cada uno para nuestra felicidad, en lugar de quejarnos de nuestro
cónyuge. Así nuestra vida familiar será más feliz, para la gloria de Dios.
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