Verso para Memorizar:
Porque todo el que ha
nacido de Dios vence al mundo.
Ésta es la victoria
que vence al mundo, nuestra fe. 1 Juan 5:4
Los estudiantes escriben en su cuaderno: Titulo
de Devocional, cita de la Biblia, la reflexión y aplicación para su vida.
Día 1 Tarea
en Familia: Preguntar a cada persona de tu familia con quien
vives, ¿porqué es importante la familia? y escribe las respuestas en tu
cuaderno.
El Origen de la familia está en Dios que creó al
hombre y a la mujer, Dios es el diseñador de la Familia y determinador del
propósito de la misma.
Entonces dijo
Dios: «¡Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza! ¡Que domine en toda la tierra sobre los peces
del mar, sobre las aves de los cielos y las bestias, y sobre todo animal que
repta sobre la tierra!» 27 Y Dios creó al hombre a su imagen. Lo creó a imagen de
Dios. Hombre y mujer los creó. 28 Y los bendijo Dios con estas palabras: «¡Reprodúzcanse, multiplíquense, y
llenen la tierra! ¡Domínenla! ¡Sean los señores de los peces del mar, de las
aves de los cielos, y de todos los seres que reptan sobre la tierra!»
Génesis 1:26-28
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Día 2
Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. Romanos 10:17
Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra
de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. Hebreos 11:3
Por la fe
entendemos
En septiembre de
2008, la Organización Europea para la Investigación Nuclear (conocida por la
sigla CERN) puso en marcha el más potente acelerador de partículas del mundo.
La comunidad científica esperaba con impaciencia los primeros resultados de
experimentos que deberían permitir conocer mejor la materia y su formación.
Pero los científicos ya sabían que si bien esos resultados les permitirían
dar respuesta a ciertas preguntas, iban a generar otras por lo menos igual de
difíciles. La declaración que hizo el físico Jack Steinberger (premio Nobel)
en 1988 sigue siendo actual: «A pesar de los considerables progresos... hay
muchas preguntas básicas sin respuesta, pero las que quedan por resolver son
más complejas que las que fueron dilucidadas por mi generación».
Por muy útil y
apasionante que sea, la investigación científica no lo explica todo. La
Biblia tampoco explica la creación del universo, pero dice que hay un Creador
infinitamente más sabio y poderoso que el hombre. La fe entiende, pues el
mismo Creador afirma que “Él dijo, y fue hecho; él mandó, y existió” (Salmo
33:9). Esta afirmación no impide a los científicos cristianos proseguir con
sus investigaciones, pero lo hacen con humildad.
Uno de ellos,
Isaac Newton, dijo: «La gravedad explica el movimiento de los planetas, pero
no puede explicar qué es lo que los puso en movimiento. Dios gobierna todas
las cosas; sabe todo lo que es y todo lo que puede ser».
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Día 3
Yo buscaré la perdida, y haré volver al redil la descarriada; vendaré
la perniquebrada, y fortaleceré la débil. Ezequiel 34:11-12, 16
Mi buen Pastor
La Biblia compara
el comportamiento del hombre al de una oveja, animal poco reflexivo. Cuando
Jesús estuvo en la tierra, se compadeció al ver a sus contemporáneos vivir
“como ovejas que no tenían pastor” (Marcos 6:34).
Describe a la
humanidad como una multitud que va por un camino ancho y fácil, donde cada
persona cree que puede vivir como le place, sin tener en cuenta a Dios. Pero
este camino conduce al alejamiento eterno de Dios, y se llama “perdición”.
Jesús vino de
parte de Dios precisamente para advertir a los hombres sobre la gravedad de
su situación. Él declaró: “Yo soy el buen pastor” (Juan 10:11). “Yo soy el
camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre (Dios), sino por mí”
(Juan 14:6). Ahora invita a aquellos que lo escuchan a reconocer que se
equivocaron, a cambiar de dirección y a volver al camino que él les muestra.
Los invita tal como lo haría un pastor que quiere salvar a su oveja y
llevarla nuevamente al rebaño. Pero él hizo mucho más que un simple pastor,
pues dio su propia vida por sus ovejas. Jesús sufrió el juicio que merecíamos
debido a nuestras desobediencias a Dios, para abrirnos el camino que nos
permite conocer a Dios como a un Padre.
Aún hoy tenemos
ante nosotros dos caminos. Confíe en Jesús, “el buen Pastor”, quien le
conducirá por el buen camino.
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Día 4
Nadie que enciende una luz la cubre con una vasija, ni la pone debajo
de la cama, sino que la pone en un candelero para que los que entran vean la
luz. Lucas 8:16
(Jesús dijo:) Me seréis testigos... hasta lo último de la tierra. Hechos 1:8
El camaleón
Su nombre es
familiar a los niños. Ellos saben que este animal, parecido a un lagarto
grande, tiene la sorprendente facultad de cambiar de color, de tal manera que
puede confundirse con el medio en el cual está. Así pasa desapercibido y
escapa a sus depredadores.
La Biblia lo cita
una vez en una lista de animales que los israelitas debían considerar como
impuros (Levítico 11:30). ¿Qué aplicación espiritual podemos sacar de él?
Dios desea que la
presencia de los cristianos en la tierra sea visible. Jesús nos mostró el
ejemplo de ello; cada vez que alguien le preguntaba sobre su identidad,
respondía claramente. No trataba de pasar desapercibido; su presencia y su
lenguaje interpelaban a todos.
Y nosotros,
¿somos cristianos camaleones? ¡Quizá nos comportamos de esta manera más a
menudo de lo que pensamos! El mismo apóstol Pedro trató de ocultarse entre
los que estaban a punto de crucificar a su maestro. Cuando Jesús fue llevado
al lugar donde lo iban a interrogar, Pedro permaneció cerca del fuego con los
guardias, y su falta de valentía lo condujo a negar a aquel a quien, no
obstante, amaba mucho: “No conozco al hombre” (Mateo 26:74).
Este suceso está
relatado en la Biblia para ponernos en guardia. Hay multitud de lugares donde
podemos ocultar que pertenecemos a Jesucristo, o bien, dar testimonio de
ello: una sala de espera, una oficina, el restaurante de una empresa, una
sala de profesores... Aprovechemos las ocasiones para ser testigos muy
visibles de la gracia de nuestro Dios.
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Día 5
No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación
a todo aquel que cree. Romanos 1:16
La palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada. Hebreos 4:12
Una Biblia en el
desierto
En 1932, dos
cristianos emprendieron un largo viaje por el desierto de Libia. Pasaron por
el noroeste de Sudán, por Egipto, hasta llegar al este de la frontera con
Libia. Una caravana de catorce camellos transportaba su equipaje: los
alimentos, el agua indispensable y, sobre todo, un precioso cargamento de
Biblias y Nuevos Testamentos en lengua árabe.
Cuando los
mensajeros del Evangelio llegaron al oasis de Siwa, un jeque llegó y fijó la
mirada en uno de ellos. ¿Lo conocía por casualidad? ¿Tenía la intención de
impedir la difusión de la Biblia en Siwa?
Luego lo
interpeló:
–Me gustaría
preguntarle algo: ¿No es usted el hombre que vende libros?
–Sí, yo soy.
Pero, no lo conozco.
–¿No estuvo usted
en el oasis de Jariyá Kharga? ¿No se acuerda del almacén y del jeque que le
compró unos textos de la Biblia? ¡Soy yo! ¡He leído tan a menudo esos
folletos que los sé de memoria!
Luego los dos
cristianos hablaron con aquel hombre durante mucho tiempo sobre la Palabra de
Dios y sobre Jesucristo.
Dos años más
tarde, el vendedor de Biblias recibió, de parte del jeque, una carta que
empezaba así: «¡Mi hermano en Cristo!».
Desde entonces,
muchos cambios han tenido lugar en el mundo. Sin embargo, el Evangelio no ha
perdido nada de su poder. Todavía puede transformar completamente el corazón
y la vida de un hombre, si este escucha la Palabra de Dios.
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Día 6
Él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el
castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Isaías 53:5
¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? Hebreos 2:3
¿Quieres ser
sano?
(leer el
evangelio según Juan capítulo 5) Esta pregunta hecha por Jesús al hombre
paralítico del estanque de Betesda puede parecer extraña. ¿A qué enfermo no
le gustaría ser sanado? Pero es necesario entender que la curación que Jesús
propone no sólo tiene que ver con el cuerpo, sino también con el alma. Muchos
la han rechazado... Jesús explicó a los que lo rodeaban que él tenía poder
para sanar a los enfermos y también para perdonar los pecados y dar la vida
eterna. Luego hizo esta constatación: “No queréis venir a mí para que tengáis
vida” (v. 40).
El hombre
paralítico había sentido el egoísmo del corazón humano, así como su propia
incapacidad para ser curado, por ello respondió: Señor, “no tengo quien me
meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro
desciende antes que yo” (v. 7). No podía esperar nada de los hombres. Pero
Jesús no era un hombre como los demás, sino el Dios Salvador, el único que
puede y quiere responder a todas las necesidades de los hombres. Le dio una
orden que aparentemente era imposible ejecutar: “Levántate, toma tu lecho, y
anda” (v. 8). Entonces el enfermo creyó y fue sanado enseguida.
Seguramente
aceptaríamos ser liberados de todos nuestros problemas de salud. ¡Pues bien,
Jesús nos ofrece mucho más! ¡Él quiere liberarnos del pecado, causa de todo
el sufrimiento en esta tierra, y sobre todo de la muerte eterna! Sólo tenemos
que aceptar la salvación, por la fe en él, para tener la vida eterna.
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GRACIAS POR ESA DEDICACION, ESE COMPROMISO, ESA FE Y ESA FORTALEZA QUE NOS CONTAGIA Y NOS ANIMA A PERSEVERAR EN LA FE.
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