#4 SEGURIDAD
EN EL NOMBRE DE CRISTO JESÚS:
Te bendigo con la seguridad de que Dios irá en busca tuya si estás
perdido, te vendará si estás herido y te fortalecerá si estás enfermo.
Ciertamente, él siempre te buscará como una de sus ovejas y te llevará a un
lugar seguro si te desvías del camino recto.
Nunca te dejará ni te desamparará; el Señor es tu ayudador, por lo
tanto no temas.
Ojalá que tú, el amado del Señor, descanses seguro en él porque él
te acercará a sí mismo con amoroso cuidado y te preservará de cualquier daño.
Ten la seguridad que Dios cumplirá lo que ha prometido.
GÉNESIS 28:15 DEUTERONOMIO 33:12 EZEQUIEL 34: 16 JUAN 14:18 HEBREOS 13:6 |
Bendición - Diccionario Perspicacia
Hacer o pronunciar santo; una solicitud a Dios para la concesión de favor divino; otorgar bondad; favor; ensalzar como santo; glorificar; hablar bien de; proteger o guardar del mal; traer felicidad.
Las distintas palabras hebreas que por lo general se traducen “bendecir” o “bendición” aparecen unas cuatrocientas veces en las Escrituras. El verbo ba·rákj se suele traducir “bendecir”. En algunos pasajes el término se traduce “desear el bien” (1Sa 25:14), ‘felicitar’ (1Cr 18:10), ‘saludar’ (2Re 4:29). El sustantivo de este término hebreo se encuentra en el nombre de la llanura baja de Beracá (que significa “Bendición”), pues fue en ese lugar donde Jehosafat y su pueblo bendijeron a Jehová. (2Cr 20:26.) Un verbo de la misma raíz se traduce ‘arrodillarse’ o “hincarse de rodillas”. (Gé 24:11; 2Cr 6:13; Sl 95:6.)
Los soferim judíos, o escribas, enmendaron varios pasajes para que leyeran ‘bendecir’ en vez de ‘maldecir’ (1Re 21:10, 13; Job 1:5, 11; 2:5, 9), porque pensaban que era blasfemo hasta mencionar que alguien maldijese a Dios. (Véase apéndice de NM, pág. 1568.)
El significado literal del verbo griego eu·lo·gué·o es “hablar bien de”. El vocablo eu·lo·guí·a (literalmente, “bendición”) se usa en Romanos 16:18 en un sentido desfavorable como “habla lisonjera” que seduce el corazón.
En la Biblia se usan las palabras “bendecir” y “bendición” al menos en relación con cuatro aspectos principales: 1) Jehová bendice al hombre, 2) el hombre bendice a Jehová, 3) el hombre bendice a Cristo y 4) el hombre bendice a su semejante.
Jehová bendice al hombre. “La bendición de Jehová... eso es lo que enriquece, y él no añade dolor con ella.” (Pr 10:22.) Jehová bendice a los que aprueba al protegerlos, favorecerlos, guiarlos, hacer que prosperen y cubrir sus necesidades, con el consecuente beneficio para esas personas.
La buena voluntad de Jehová para con sus criaturas terrestres se manifestó cuando Él las produjo. En el caso de los géneros animales creados en el quinto día, la bendición de Dios fue una declaración de su propósito con respecto a ellos. (Gé 1:22.) La bendición de Dios sobre Adán y Eva al fin del sexto día les hubiera permitido, de haber permanecido obedientes, continuar en su favor, porque Él hizo provisión para la satisfacción de todas sus necesidades espirituales y físicas. (Gé 1:28; 2:9; 5:2.)
Cuando Jehová terminó su obra creativa terrestre en los seis días creativos, no faltaba nada para el bienestar de su creación. (Gé 1:31.) Entonces procedió a descansar, es decir, dejó de trabajar en este respecto, bendijo el séptimo día y lo declaró sagrado, santo. La creación humana tenía ante sí la perspectiva de felicidad y bendiciones indefinidas. (Gé 2:3; Éx 20:11.)
Cuando Noé y su familia salieron del arca, Jehová los vio con favor, los bendijo y les dio a conocer Su voluntad para ellos. Si hacían la voluntad de Jehová, prosperarían con su favor y protección. (Gé 9:1.)
La bendición de Abrahán y su descendencia es de vital importancia para toda la humanidad. (Gé 12:3; 18:18; 22:18.) Jehová bendijo a Abrahán y Sara al reavivar sus facultades reproductivas milagrosamente, lo que les permitió tener un hijo en su vejez. (Gé 17:16; 21:2.) Hizo que Abrahán prosperara y lo usó de manera pictórica para prefigurar cosas mayores. (Gál 4:21-26.) Por consiguiente, el que Dios bendijera a Abrahán dándole un hijo cobra mayor significado en la promesa de bendición de gente de todas las naciones por medio de aquel a quien Isaac prefiguró, Jesucristo. (Gál 3:8, 14; Hch 3:25, 26; Heb 6:13-20.)
La bendición de Jehová sobre una persona o un pueblo depende de la obediencia a Él. (Éx 23:25.) Los marcados contrastes señalados en los capítulos 27 y 28 del libro de Deuteronomio muestran con claridad que la maldición de Jehová, que resulta en castigo severo, está sobre los desobedientes, mientras que su bendición descansa sobre los obedientes. Cuando recae sobre estos, la bendición de Jehová produce prosperidad espiritual y cubre sus necesidades materiales, siendo manifiesta en sus hogares, su tierra, su prole, sus animales, el suministro de alimento, sus viajes y cada uno de sus actos. “Las bendiciones son para la cabeza del justo.” (Pr 10:6, 7.) Cuando el pueblo de Jehová es fiel y obediente, Él se complace en ‘abrir las compuertas de los cielos y realmente vaciar una bendición hasta que no haya más carencia’. (Mal 3:10.)