Año de la
Restauración
Volveos a la fortaleza, oh
prisioneros de esperanza;
hoy también os anuncio que
os restauraré el doble. Zacarías 9:12
Junio DILIGENCIA
|
Verso
del Mes: El Señor restauró a Job,
cuando él oraba por sus amigos, y aumentó el Señor al doble todo lo que le
había pertenecido a Job. Job 42:10
DIA 1 RECOMPENSAS
SI SOMOS DILIGENTES 1
La diligencia es definida como una virtud que combate la pereza. Tiene
una relación directa con la caridad, ya que la diligencia se considera está
motivada por el amor. (Wikipedia)
Debemos escoger la Diligencia en Lugar de la pereza para no
desperdiciar los dones de Dios con negligencia.
El libro de Proverbios es muy claro para mencionar cuales serán las
recompensas si somos diligentes, si estamos dispuestos a dar lo mejor de
nosotros en cualquier tarea, no para darnos gloria, sino para servir a Dios.
|
DIA 2 RECOMPENSAS
SI SOMOS DILIGENTES 2
Una actitud diligente nos llevara por un camino habilitado por Dios donde
todos los resultados serán de bendición para nuestras vidas. El andar con
diligencia solo puede traernos grandes recompensas.
|
DIA 3 RECOMPENSAS SI SOMOS DILIGENTES 3
|
DIA 4 ¿Qué es nuestra vida?
¿Qué cosa de todas estas no entiende que la mano
del Señor la hizo? En su mano está el alma de todo viviente, y el hálito de
todo el género humano. Job 12:9-10
Él conoce nuestra condición; se acuerda de que
somos polvo. Salmo 103:14
Santiago 4:14
Tenemos la tendencia a instalarnos en la tierra y a hacer proyectos como
si nuestra vida fuese ilimitada. ¿Olvidamos que el espíritu de cada hombre
está en las manos de Dios? ¿O queremos liberarnos de esta dependencia y
tratar de explicar nuestra existencia mediante el fruto del azar y la acción
del tiempo? ¿Hemos apreciado las bendiciones de Dios, lo que pone en nuestras
manos, es decir, la vida y las innumerables capacidades? ¡Él tiene derecho de
recibir algo a cambio! (Mateo 25:15-28). En vez de reconocer que fue Dios
quien nos las dio, corremos el riesgo de utilizarlas en nuestro propio
detrimento. Pero, en su gracia, Dios no nos paga según nuestras iniquidades.
En efecto, se acuerda de que somos polvo, un “soplo que va y no vuelve”
(Salmo 78:39).
Si nuestra vida solo es una “neblina que se aparece por un poco de tiempo
y luego se desvanece” (Santiago 4:14), no olvidemos que nuestra alma nos será
pedida (Lucas 12:20).
En la escala divina, todos nuestros proyectos son vanidad (Eclesiastés
1:14). Y, “¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su
alma?” (Mateo 16:26). El rey Salomón dijo: “Acuérdate de tu Creador en los
días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de
los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento” (Eclesiastés 12:1).
¿Cómo recordarlo? ¡Leyendo la Palabra, orando!
|
DÍA 5 DIA DE ORACIÓN, ALABANZA, EXLATACIÓN,
AGRADECIMIENTO
Salmo 19
Para el director del coro: salmo de David.
1 Los
cielos proclaman la gloria de Dios
y el firmamento despliega la destreza de sus manos. 2 Día tras día no cesan de hablar; noche tras noche lo dan a conocer. 3 Hablan sin sonidos ni palabras; su voz jamás se oye.[a] 4 Sin embargo, su mensaje se ha difundido por toda la tierra y sus palabras, por todo el mundo.
Dios
preparó un hogar para el sol en los cielos,
5 y este irrumpe como un novio radiante luego de su boda. Se alegra como un gran atleta, ansioso por correr la carrera. 6 El sol sale de un extremo de los cielos y sigue su curso hasta llegar al otro extremo; nada puede ocultarse de su calor.
7 Las
enseñanzas del Señor son
perfectas,
reavivan el alma. Los decretos del Señor son confiables, hacen sabio al sencillo. 8 Los mandamientos del Señor son rectos; traen alegría al corazón. Los mandatos del Señor son claros; dan buena percepción para vivir. 9 La reverencia al Señor es pura, permanece para siempre. Las leyes del Señor son verdaderas, cada una de ellas es imparcial. 10 Son más deseables que el oro, incluso que el oro más puro. Son más dulces que la miel, incluso que la miel que gotea del panal. 11 Sirven de advertencia para tu siervo, una gran recompensa para quienes las obedecen.
12 ¿Cómo
puedo conocer todos los pecados escondidos en mi corazón?
Límpiame de estas faltas ocultas. 13 ¡Libra a tu siervo de pecar intencionalmente! No permitas que estos pecados me controlen. Entonces estaré libre de culpa y seré inocente de grandes pecados.
14 Que las
palabras de mi boca
y la meditación de mi corazón sean de tu agrado, oh Señor, mi roca y mi redentor. |