Dev 18 Junio 22-27 2015
Palabra Rhema
del año: “Todos los que salgan vencedores se sentarán
conmigo en mi trono, tal como yo salí vencedor y me senté con mi Padre en su
trono”. Apocalipsis 3:21
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Frase para resaltar
del mes: En CDA Colombia declaramos que: Hemos decidido contagiar a todo aquel con quien
entramos en contacto, a través de nuestro ejemplo, con nuestra excelencia y
nuestro buen trato.
TEMA: PARA LA CONQUISTA SE REQUIERE ESFUERZO Y VALENTIA
Verso del Mes: Mantengámonos firmes sin titubear en la esperanza que
afirmamos, porque se puede confiar en que Dios cumplirá su promesa. Hebreos
10:23
(Los estudiantes deben escribir en su
cuaderno diario: la cita Bíblica, eje Hebreo 10:23 y en especial como mínimo
una frase completa diciendo QUE EL HABLO DIOS PERSONALEMNTE EN EL DEVOCIONAL)
PRIMER DIA DE LA SEMANA. “Pero
tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo; Seré ungido con aceite fresco”. (Salmos
92:10)
El
Salmo 92 es precioso, lleva como tema: “Alabanza por la bondad de Dios”.
Comienza hablando de lo bueno que es alabar a Jehová y cantar salmos
a su nombre. Manifiesta la alegría y el agradecimiento que tiene un
corazón hacia Dios al reconocerlo como dueño y Señor de su vida. Porque
ciertamente Dios es merecedor de toda nuestra alabanza porque es bondadoso,
fiel y amoroso, entre muchas cosas más.
Siendo
el salmista un gran observador y también guerrero que muchas veces tuvo que
defender a su pueblo de los enemigos; toma de ejemplo a un búfalo para ilustrar
metafóricamente una verdad espiritual y un gran ejemplo. El búfalo se
caracteriza por ser un animal de mucha fuerza y gran tamaño. Es capaz también
de correr velocidades superiores a los 60 km/h.
David
declara que aun cuando los enemigos se levanten, Dios aumentará sus fuerzas. La
fuerza es lo que necesitamos para seguir luchando. La fuerza se siente física,
emocional y espiritualmente en nuestras vidas. Y con fuerza somos
capaces de lograr las cosas más sorprendentes. Es por esto que el salmista
dice: “Pero tu aumentarás mis fuerzas como las del búfalo; seré ungido
con aceite fresco”.
Prácticamente
David está hablando de una renovación o restauración espiritual. Pues eso
es precisamente lo que hace Dios en nuestras vidas cuando clamamos a él y le
pedimos auxilio para poder soportar las pruebas que atravesamos. Dios pasa bálsamo
sobre nuestras vidas y nos conforta a través de su Santo Espíritu. Cuando nos
sentimos renovados, sentimos fuerzas para luchar. Y cuando sentimos el respaldo
de Dios sobre nuestras vidas y que estamos ungidos con aceite fresco,
viene a nuestra vida un refrigerio muy especial.
Es que cuando uno está en la presencia de Dios nada
puede ser igual. Todo cambia porque él es capaz de convertir lo más feo en algo
hermoso. Lo que él imparte sobre nosotros es vida, luz, claridad, paz, gozo,
aliento y tantas cosas lindas.
Para
que puedas continuar esta batalla es necesario que recibas las fuerzas y la
unción que solo proviene de Dios. Solo en tus propias fuerzas no podrás,
tampoco se trata de las conexiones que tengas. Se trata de estar conectado con
Dios y alineado a su voluntad. Tú puedes expresarte y decirle lo que
siente tu corazón. Puedes ser sincero(a), porque él es tu padre y te conoce
mejor que nadie. Verás como en su presencia recibirás lo que necesitas para
seguir adelante.
¡No temas, ni desmayes, Dios está contigo!
Tomado de destello de tu gloria, web.
SEGUNDO DIA DE LA SEMANA. Jesus
Derriba las Barreras
No
hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es
rico para con todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el
nombre del Señor, será salvo. Romanos 10:12-13
Dios
nuestro Salvador… quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al
conocimiento de la verdad. 1 Timoteo 2:3-4
El
poder de Jesús fue manifestado claramente a través de numerosas curaciones
entre los judíos de su época. Pero éstos no sabían que el Señor también estaba
dispuesto a ayudar a un extranjero, un romano o un esclavo. Para ellos era
completamente nuevo que el amor de Dios pudiese sobrepasar los límites de
Israel. Pero Jesús se dirigió a la casa del centurión, sanó a su siervo y
declaró delante de todos que apreciaba mucho la fe de ese militar.
Jesús vino a traer un mensaje de liberación al mundo entero. No sería un gran “Salvador” si se hubiese presentado para salvar sólo una determinada categoría de personas. Él es “nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2:13). Aún hoy pueden ser salvos todos los que reciban la oferta gratuita de la salvación por la fe en Jesucristo. La salvación es para todos: cultos o incultos, ricos o pobres, morenos o blancos. El nombre de Jesús y su obra son suficientes para salvar a toda persona que crea en él.
El apóstol Pablo, hablando de los judíos (él también lo era), dijo: “¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera”. Y explicó que todos los hombres, sin excepción, están bajo el dominio del pecado, “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:9, 23). Pero concluyó diciendo que todos los que creen (y sólo éstos) son perdonados, hechos justos gratuitamente por la gracia de Dios (v. 24).
Jesús vino a traer un mensaje de liberación al mundo entero. No sería un gran “Salvador” si se hubiese presentado para salvar sólo una determinada categoría de personas. Él es “nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2:13). Aún hoy pueden ser salvos todos los que reciban la oferta gratuita de la salvación por la fe en Jesucristo. La salvación es para todos: cultos o incultos, ricos o pobres, morenos o blancos. El nombre de Jesús y su obra son suficientes para salvar a toda persona que crea en él.
El apóstol Pablo, hablando de los judíos (él también lo era), dijo: “¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera”. Y explicó que todos los hombres, sin excepción, están bajo el dominio del pecado, “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:9, 23). Pero concluyó diciendo que todos los que creen (y sólo éstos) son perdonados, hechos justos gratuitamente por la gracia de Dios (v. 24).
TERCER DIA DE LA SEMANA. La contienda Interior
Mis
pensamientos no son vuestros pensamientos; ni vuestros caminos mis caminos,
dijo el Señor. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos
más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros
pensamientos. Isaías 55:8-9
Honra
es del hombre dejar la contienda; mas todo insensato se envolverá en ella. Proverbios
20:3
Un persona
con quien yo hablaba de la Biblia reconoció haber leído algunas porciones de
ella. Sin duda para justificarse agregó: –Lo que me molesta en la Biblia es que
Dios haya escogido un pueblo para revelarse a la humanidad. Entonces le
pregunté simplemente:
–¿Cómo habrías hecho tú en el lugar de Dios? ¿Habrías elegido dos pueblos, tres pueblos, o todos los pueblos? Después de un corto silencio me respondió: –En realidad no lo sé.
Esta respuesta fue muy instructiva para mí, no sé si también lo fue para él. Me di cuenta de que controvertir un punto de la Biblia equivalía a ponerse en pensamiento en el lugar de Dios, y esto sin tener la altura de la percepción divina, lo cual no es más que una pretensión insensata. Por eso ahora, cuando me viene a la mente un pensamiento crítico, me digo: No estás en el mejor lugar para saber lo que hubiese sido necesario hacer; permanece en tu nivel. ¡No seas pretencioso! Y trato de permanecer en mi lugar, confiado en Dios mi Salvador. Él es Dios y yo soy su criatura.
Con esta actitud constato que los pensamientos de Dios están totalmente por encima de lo que puedo imaginar. ¡Son absolutamente más grandes y más hermosos! ¡Cuán bueno es Dios por haberse revelado a nosotros en su Palabra! No nos dejó con nuestras ideas. Nos atrae a él, hacia el amor y la luz.
–¿Cómo habrías hecho tú en el lugar de Dios? ¿Habrías elegido dos pueblos, tres pueblos, o todos los pueblos? Después de un corto silencio me respondió: –En realidad no lo sé.
Esta respuesta fue muy instructiva para mí, no sé si también lo fue para él. Me di cuenta de que controvertir un punto de la Biblia equivalía a ponerse en pensamiento en el lugar de Dios, y esto sin tener la altura de la percepción divina, lo cual no es más que una pretensión insensata. Por eso ahora, cuando me viene a la mente un pensamiento crítico, me digo: No estás en el mejor lugar para saber lo que hubiese sido necesario hacer; permanece en tu nivel. ¡No seas pretencioso! Y trato de permanecer en mi lugar, confiado en Dios mi Salvador. Él es Dios y yo soy su criatura.
Con esta actitud constato que los pensamientos de Dios están totalmente por encima de lo que puedo imaginar. ¡Son absolutamente más grandes y más hermosos! ¡Cuán bueno es Dios por haberse revelado a nosotros en su Palabra! No nos dejó con nuestras ideas. Nos atrae a él, hacia el amor y la luz.
CUARTO DIA DE LA
SEMANA. El tema del Bien y del Mal
¡Ay
de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo! Isaías 5:20
Amado,
no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que
hace lo malo, no ha visto a Dios. 3 Juan 11
El tema del bien y del mal está en el centro de las
religiones. Algunas religiones presentan a Dios como Alguien que está por
encima del bien y del mal, insensible al bien y al mal, lo que conduce a sus
adeptos a un cierto fatalismo ante el sufrimiento y a cierta imprecisión sobre
qué es realmente el bien.
La fe cristiana, por el contrario, toma muy en serio la distinción entre el bien y el mal. Acepta lo que la Biblia declara, que Dios es absolutamente “bueno” y “justo”, que es extraño a toda forma de mal (Habacuc 1:13). Dios muestra qué es el bien y condena el mal. Por ello quiere que nos conduzcamos de forma justa y buena.
Dios creó todas las cosas buenas: el mundo, el espacio, el tiempo, el calor, el frío, los colores, los sabores, los seres vivos y sobre todo al hombre. Pero en este mundo bueno creado por Dios, el pecado del hombre degradó muchas cosas.
Por ello Dios llama al hombre para que se vuelva a él. Este es el mensaje de los profetas del Antiguo Testamento, así como el de Jesucristo. Pero Cristo hizo más que esto. Todo el mal que el hombre introdujo debido a su pecado, Dios lo condenó y juzgó en la cruz en la persona de su Hijo. Jesús no sólo enseñó el bien y denunció el pecado, sino que sufrió el juicio por mi pecado.
El amor del Dios de la Biblia nos propone una liberación completa del pecado, porque Jesús llevó la condenación en la cruz. ¡Ahora ofrece la gracia a todos!
La fe cristiana, por el contrario, toma muy en serio la distinción entre el bien y el mal. Acepta lo que la Biblia declara, que Dios es absolutamente “bueno” y “justo”, que es extraño a toda forma de mal (Habacuc 1:13). Dios muestra qué es el bien y condena el mal. Por ello quiere que nos conduzcamos de forma justa y buena.
Dios creó todas las cosas buenas: el mundo, el espacio, el tiempo, el calor, el frío, los colores, los sabores, los seres vivos y sobre todo al hombre. Pero en este mundo bueno creado por Dios, el pecado del hombre degradó muchas cosas.
Por ello Dios llama al hombre para que se vuelva a él. Este es el mensaje de los profetas del Antiguo Testamento, así como el de Jesucristo. Pero Cristo hizo más que esto. Todo el mal que el hombre introdujo debido a su pecado, Dios lo condenó y juzgó en la cruz en la persona de su Hijo. Jesús no sólo enseñó el bien y denunció el pecado, sino que sufrió el juicio por mi pecado.
El amor del Dios de la Biblia nos propone una liberación completa del pecado, porque Jesús llevó la condenación en la cruz. ¡Ahora ofrece la gracia a todos!
QUINTO DIA DE LA SEMANA: AGRADECIMIENTO
Salmos 92