Año de la
Restauración
Volveos a la fortaleza, oh
prisioneros de esperanza;
hoy también os anuncio que
os restauraré el doble. Zacarías 9:12
Julio Honestidad
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Y,
después de que ustedes hayan sufrido un poco de tiempo, Dios mismo, el Dios de toda
gracia que los llamó a su gloria eterna en Cristo, los restaurará y los hará
fuertes, firmes y estables.
1 Pedro
5:10 (NVI)
DIA 1 E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue
manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles,
predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.
1 Timoteo 3:16
Que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de
los hombres, sino en el poder de Dios.
1 Corintios 2:5
Contradicciones
La luz blanca que nos deslumbra sobre la inmaculada nieve está compuesta,
no obstante, por diferentes colores. Diversos fenómenos físicos, por ejemplo
el arco iris o un prisma de vidrio, nos permiten distinguirlos.
Esto nos ayuda a comprender por qué el Espíritu de Dios, para
presentarnos la persona del Hijo de Dios, inspiró cuatro evangelistas
diferentes. Cada uno de ellos presenta la vida de Jesús bajo un enfoque particular,
y todos los detalles que leemos están en armonía con el objetivo que
persiguen.
Si comparamos los evangelios, encontraremos diferencias. Pensemos en el
arco iris que tiene todos los colores reunidos. La persona del Hijo de Dios
es insondable, y los evangelios se complementan maravillosamente para
presentárnosla. Cada enfoque es como uno de los rayos del sol que nos revela
uno u otro esplendor particular de la vida de Jesús.
En vez de confrontar los diferentes pasajes para tratar de hallar
contradicciones, pidámosle a Dios que ilumine nuestra inteligencia mediante
su Espíritu para que distingamos los distintos rasgos del Señor Jesús.
Dejémonos enseñar como si fuésemos niños.
“Nadie conoce al Hijo, sino el Padre” (Mateo 11:27). Solo Dios, mediante
su Espíritu, pudo comunicarnos una revelación completa del Señor y suficiente
para la fe.
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DIA 2 HONESTIDAD
Yo sé, Dios mío, que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te
agrada… —1 Crónicas 29:17
El otro día, mientras estaba en un cementerio,
pasé frente a un epitafio en una tumba, que decía: «J. Holgate: Un hombre
honesto».
No sé nada de la vida de ese hombre, pero, como
su lápida estaba inusualmente ornamentada, supongo que habrá sido rico. Sin
embargo, al margen de lo que haya logrado durante su vida, se lo
recuerda por una sola cosa: haber sido «un hombre honesto».
El filósofo griego Diógenes pasó toda su vida
investigando sobre la honestidad, y finalmente, concluyó que era imposible
encontrar una persona con esa cualidad. Los honestos son difíciles de
encontrar en cualquier época, pero ese rasgo es uno de los más grandiosos. La
honestidad no es la mejor política, sino la única, y la que distingue al
hombre o la mujer que vive en la presencia de Dios. David escribe: «Señor,
[…] ¿Quién morará en tu monte santo? El que anda en integridad…» (Salmo
15:1-2).
Me pregunto: ¿Soy digno de confianza y honorable
en todos mis asuntos? ¿Mis palabras suenan verdaderas? ¿Hablo la verdad en
amor, o falseo y tuerzo los hechos de vez en cuando o exagero para enfatizar
algo? Si es así, debo dirigirme al Señor con toda confianza y pedirle que me
perdone y que me dé un corazón honesto, para que la veracidad se convierta en
una parte esencial de mi naturaleza. Aquel que comenzó la buena obra en mí es
fiel, y lo hará.
Vive de tal modo que, cuando los demás piensen en
la honestidad y la integridad, te recuerden de ti.
Tarea Familiar: Dibuja un corazón y
escriban dentro del mismo cuales son las acciones que evidencian corazón
honesto.
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DIA 3 El Señor es mi
fortaleza y mi escudo; en él confió mi corazón, y fui ayudado.
Salmo 28:7
Tomad toda la armadura de Dios... Sobre todo,
tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del
maligno.
Efesios 6:13, 16
El escudo del creyente
El escudo, arma defensiva muy antigua, todavía es utilizado por las
fuerzas policiales. La Biblia menciona frecuentemente este instrumento de
defensa de los guerreros. Pero muy a menudo la palabra escudo es empleada en
sentido figurado.
Dios se presenta como un escudo que asegura la protección del que confía
en él. Fortaleció a Abraham mediante estas palabras: “No temas... yo soy tu
escudo, y tu galardón será sobremanera grande” (Génesis 15:1). Para expresar
su agradecimiento a Dios, quien lo libró de sus enemigos, David escribió este
cántico: “Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; mi escudo... mi alto
refugio” (2 Samuel 22:3).
Para todos los creyentes, hoy Dios sigue siendo ese escudo que los
protege. Pueden decir, al igual que el apóstol Pablo: “Si Dios es por
nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Romanos 8:31).
El escudo forma parte de “toda la armadura de Dios” que está a
disposición del creyente. Es llamado el escudo de la fe porque representa la
confianza en Dios quien lo protege de los ataques del diablo, de sus “dardos
de fuego”. En efecto, Satanás trata de desestabilizar al creyente para
impedirle obedecer a la Palabra de Dios e introducir dudas en su mente. Esos
“dardos de fuego” pueden ser pérfidas insinuaciones, burlas, calumnias,
humillaciones...
Amigos cristianos, sepamos resistir al diablo estando “firmes en la fe”
(1 Pedro 5:9). Recordemos que “mayor es el que está en vosotros, que el que
está en el mundo” (1 Juan 4:4).
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DIA 4 Jesús... dijo: A mí me conocéis, y sabéis de dónde soy; y no he venido de
mí mismo, pero el que me envió es verdadero, a quien vosotros no conocéis.
Pero yo le conozco, porque de él procedo, y él me envió.
Juan 7:28-29
El que me ha visto a mí, ha visto al Padre.
Juan 14:9
Señor, ¡muéstranos al Padre!
¿Quién es Jesús? Nació en Belén de Judea, en el primer siglo de nuestra
era. Vivió toda su infancia en Nazaret de Galilea. Ejerció la profesión de
carpintero hasta la edad de 30 años. Luego, durante unos tres años, recorrió
las provincias de Galilea y Judea anunciando la Buena Nueva del reino de
Dios. Juzgado y condenado a muerte, fue crucificado entre dos malhechores.
Desde principios de la era cristiana, los historiadores reconocieron estos
hechos y los escribieron.
Pero si usted realmente quiere saber quién es Jesús, debe leer los
evangelios, los primeros libros del Nuevo Testamento. Estos nos cuentan cómo
Jesús llamó a doce hombres para que fuesen sus discípulos, y con ellos
recorrió el país llamando a los hombres al arrepentimiento y anunciando el
perdón de Dios. Esos discípulos fueron testigos de lo que sucedió durante los
tres años de la vida pública de Jesús. También fueron testigos de su muerte,
pero lo vieron de nuevo vivo, como Cristo resucitado. Estuvieron allí cuando
Jesús fue alzado al cielo.
Así descubrimos que Jesús es mucho más que un profeta que transmitió la
Palabra de Dios. Él mismo es esa palabra viva, el Verbo de Dios que revela a
Dios como Padre.
Algunas personas piensan que Dios es duro, que quiere castigarnos,
hacernos pagar... Jesús destruye nuestras falsas ideas sobre Dios para
mostrarnos su amor y su nombre: Dios Salvador. Todos los que creen en Jesús,
el Hijo de Dios, pasan a ser hijos de Dios.
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DÍA 5 DIA DE ORACIÓN, ALABANZA, EXLATACIÓN,
AGRADECIMIENTO
Salmos 21Nueva Versión Internacional (NVI)
Al director musical. Salmo de
David.
21 En tu fuerza, Señor,
se regocija el rey; ¡cuánto se alegra en tus victorias! 2 Le has concedido lo que su corazón desea; no le has negado lo que sus labios piden. Selah 3 Has salido a su encuentro con ricas bendiciones; lo has coronado con diadema de oro fino. 4 Te pidió vida, se la concediste: una vida larga y duradera. 5 Por tus victorias se acrecentó su gloria; lo revestiste de honor y majestad. 6 Has hecho de él manantial de bendiciones; tu presencia lo ha llenado de alegría.
7 El rey confía en el Señor,
en el gran amor del Altísimo; por eso jamás caerá.
8 Tu mano alcanzará a todos tus enemigos;
tu diestra alcanzará a los que te aborrecen. 9 Cuando tú, Señor, te manifiestes, los convertirás en un horno encendido.
En su ira los devorará el Señor;
¡un fuego los consumirá! 10 Borrarás de la tierra a su simiente; de entre los mortales, a su posteridad. 11 Aunque tramen hacerte daño y maquinen perversidades, ¡no se saldrán con la suya! 12 Porque tú los harás retroceder cuando tenses tu arco contra ellos.
13 Enaltécete, Señor, con tu poder,
y con salmos celebraremos tus proezas. |
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