Devocional
30 Octubre 5-10 2015
Palabra Rhema del año: “Todos
los que salgan vencedores se sentarán conmigo en mi trono, tal como yo salí
vencedor y me senté con mi Padre en su trono”. Apocalipsis 3:21
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Frase para resaltar
del mes: En CDA Colombia Reconocemos:
Que buscamos aprender para ser transformados. No
solo para acumular datos y conocimiento.
TEMA: EL AÑO DE LA CONQUISTA
“SE REQUIERE PARA LA CONQUISTA la PALABRA DE DIOS”
Verso Para Memorizar: Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que
de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo
que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te
saldrá bien. Josué 1:8
LA BIBLIA Y LOS PRINCIPIOS
PRIMER
DIA DE LA SEMANA: la Biblia Y EL PRINCIPIO DEL AMOR
Señor, concédeme tu amor inagotable,
la salvación que me prometiste.
42 Entonces podré responder a los que se burlan de mí,
porque confío en tu palabra.
43 No arrebates de mí tu palabra de verdad,
pues tus ordenanzas son mi única esperanza.
44 Seguiré obedeciendo tus enseñanzas
por siempre y para siempre.
45 Caminaré en libertad,
porque me he dedicado a tus mandamientos.
46 A los reyes les hablaré de tu ley,
y no me avergonzaré.
47 ¡Cuánto me deleito en tus mandatos!
¡Cómo los amo!
48 Honro y amo tus mandatos;
en tus decretos medito. Salmos 119:41-48
la salvación que me prometiste.
42 Entonces podré responder a los que se burlan de mí,
porque confío en tu palabra.
43 No arrebates de mí tu palabra de verdad,
pues tus ordenanzas son mi única esperanza.
44 Seguiré obedeciendo tus enseñanzas
por siempre y para siempre.
45 Caminaré en libertad,
porque me he dedicado a tus mandamientos.
46 A los reyes les hablaré de tu ley,
y no me avergonzaré.
47 ¡Cuánto me deleito en tus mandatos!
¡Cómo los amo!
48 Honro y amo tus mandatos;
en tus decretos medito. Salmos 119:41-48
Definición
del Principio en CDA Colombia: El amor siendo uno de los atributos de dios,
resume a su vez, la esencia de la fe cristiana y constituye el principal
enfoque en el ministerio de Cristo. Nuestro accionar se basa en el Amor de Dios
hacia el ser humano; manifestado en la creación, el pacto, la justificación y
redención, el amor del ser humano hacia Dios y entre los seres humanos, como
mandato divino. (1 Juan 4:7-8 , Mateo 22: 37-39)
SEGUNDO DIA DE LA SEMANA. LABIBLIA EN UN HORNO
Recuerda la promesa que me hiciste;
es mi única esperanza.
50 Tu promesa renueva mis fuerzas;
me consuela en todas mis dificultades.
51 Los orgullosos me tratan con un desprecio total,
pero yo no me aparto de tus enseñanzas.
52 Medito en tus antiguas ordenanzas;
oh Señor, ellas me consuelan.
53 Me pongo furioso con los perversos,
porque rechazan tus enseñanzas.
54 Tus decretos han sido el tema de mis canciones
en todos los lugares donde he vivido.
55 De noche reflexiono sobre quién eres, Señor;
por lo tanto, obedezco tus enseñanzas.
56 Así paso mis días:
obedeciendo tus mandamientos. Salmos 119:49-56
es mi única esperanza.
50 Tu promesa renueva mis fuerzas;
me consuela en todas mis dificultades.
51 Los orgullosos me tratan con un desprecio total,
pero yo no me aparto de tus enseñanzas.
52 Medito en tus antiguas ordenanzas;
oh Señor, ellas me consuelan.
53 Me pongo furioso con los perversos,
porque rechazan tus enseñanzas.
54 Tus decretos han sido el tema de mis canciones
en todos los lugares donde he vivido.
55 De noche reflexiono sobre quién eres, Señor;
por lo tanto, obedezco tus enseñanzas.
56 Así paso mis días:
obedeciendo tus mandamientos. Salmos 119:49-56
Durante varios siglos la Inquisición hizo una guerra sin piedad,
en varios países (de Europa y otros continentes), contra aquellos a quienes
ella llamaba herejes. ¿Qué les reprochaba? Que leyesen la Biblia, que
recibiesen por la fe el mensaje de Dios y que pusiesen en práctica las
enseñanzas de las Santas Escrituras.
Una mujer de Bohemia (República Checa), cuyo mayor tesoro era el santo Libro, estaba a punto de meter el pan en el horno cuando supo que los agentes de la Inquisición estaban recorriendo el pueblo y que se llevaban prisioneros a todos aquellos en cuyas casas encontraran una Biblia. Sin dudar tomó la suya, la envolvió en la masa y la puso en el horno con los demás panes. Cuando los inquisidores llegaron, buscaron en toda la casa, pero no encontraron nada.
Luego, cuando ellos se fueron, la mujer sacó los panes del horno. Su Biblia no había sufrido ningún daño debido al calor, tal como sucedió con los tres jóvenes hebreos que fueron echados al horno ardiente por el rey Nabucodonosor (Daniel 3:27).
Los descendientes de esta piadosa mujer, que emigraron a Estados Unidos, conservaron el libro tan bien protegido. Recientemente aún podía verse en la casa de un agricultor de Ohio.
Y hoy, ¿qué valor tiene para nosotros la Palabra de Dios? Lo que ahora nos impide leerla no es la Inquisición, sino más bien la indiferencia, las distracciones y la pereza. Tengamos el valor de saciarnos de ella y de abrir más a menudo el santo Libro. En él descubriremos tesoros que nunca habíamos imaginado.
Una mujer de Bohemia (República Checa), cuyo mayor tesoro era el santo Libro, estaba a punto de meter el pan en el horno cuando supo que los agentes de la Inquisición estaban recorriendo el pueblo y que se llevaban prisioneros a todos aquellos en cuyas casas encontraran una Biblia. Sin dudar tomó la suya, la envolvió en la masa y la puso en el horno con los demás panes. Cuando los inquisidores llegaron, buscaron en toda la casa, pero no encontraron nada.
Luego, cuando ellos se fueron, la mujer sacó los panes del horno. Su Biblia no había sufrido ningún daño debido al calor, tal como sucedió con los tres jóvenes hebreos que fueron echados al horno ardiente por el rey Nabucodonosor (Daniel 3:27).
Los descendientes de esta piadosa mujer, que emigraron a Estados Unidos, conservaron el libro tan bien protegido. Recientemente aún podía verse en la casa de un agricultor de Ohio.
Y hoy, ¿qué valor tiene para nosotros la Palabra de Dios? Lo que ahora nos impide leerla no es la Inquisición, sino más bien la indiferencia, las distracciones y la pereza. Tengamos el valor de saciarnos de ella y de abrir más a menudo el santo Libro. En él descubriremos tesoros que nunca habíamos imaginado.
Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío; ponme a salvo
de los que se levantan contra mí… Y alabaré de mañana tu misericordia; porque
has sido mi amparo y refugio en el día de mi angustia. Salmo 59:1,16.
TERCER DIA DE LA
SEMANA. Para Compartir en Familia
Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere
viejo no se apartará de él. Proverbios 22:6
Si el Señor no edificare la casa, en vano trabajan
los que la edifican. Salmo 127:1
Cristianos,
¿cómo enseñar a nuestros hijos?
Todos los especialistas de
la infancia están de acuerdo en decir que los primeros años de la vida son
determinantes en la educación. ¿Qué pueden, pues, transmitir los padres
creyentes para ayudar a sus hijos a comprometerse con una vida de fe? Debemos
enseñar la verdad cristiana a nuestros hijos de forma regular y adaptada a lo
que pueden comprender en función de su edad, es decir, orar con ellos y
enseñarles a orar, leer con ellos la Biblia y explicársela (Deuteronomio
6:6-7). De este modo la enseñanza de la gracia de Dios, el ejemplo de nuestro
Señor Jesús, iluminarán todas las situaciones de la vida diaria.
Estos son algunos ejemplos de verdades que debemos transmitir a nuestros hijos:
–Dios es poderoso y no desprecia a nadie (Job 36:5). Él nos creó, y nosotros debemos honrarlo.
–Dios nos ama (Juan 3:16) y no hace acepción de personas. Él nos da todo lo que es bueno y útil. Nosotros le damos las gracias por ello y también lo amamos.
–Dios nos ve en todo lugar e incluso conoce nuestros pensamientos. Detesta la mentira y el mal. Sin tener miedo de él, le tememos, tal como un hijo teme a su padre (Job 28:28).
–Dios habla y nosotros le escuchamos para obedecerle. Los padres se esfuerzan en obedecer al Señor, y los hijos aprenden a obedecer a sus padres (Efesios 6:1).
Pero por encima de todo, los que somos padres, encomendemos cada día nuestros hijos a Dios mediante la oración.
Estos son algunos ejemplos de verdades que debemos transmitir a nuestros hijos:
–Dios es poderoso y no desprecia a nadie (Job 36:5). Él nos creó, y nosotros debemos honrarlo.
–Dios nos ama (Juan 3:16) y no hace acepción de personas. Él nos da todo lo que es bueno y útil. Nosotros le damos las gracias por ello y también lo amamos.
–Dios nos ve en todo lugar e incluso conoce nuestros pensamientos. Detesta la mentira y el mal. Sin tener miedo de él, le tememos, tal como un hijo teme a su padre (Job 28:28).
–Dios habla y nosotros le escuchamos para obedecerle. Los padres se esfuerzan en obedecer al Señor, y los hijos aprenden a obedecer a sus padres (Efesios 6:1).
Pero por encima de todo, los que somos padres, encomendemos cada día nuestros hijos a Dios mediante la oración.
CUARTO DIA DE LA SEMANA: La BIBLIA Y EL AMOR Mandato divino” El amor del ser humano a: Dios:
Maestro, ¿cuál es el mandamiento
más importante de la ley?
—"Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente" —le respondió Jesús—. Éste es el primero y el más importante de los mandamientos.
Sí mismo y a otros seres humanos.
El segundo se parece a éste: "Ama
a tu prójimo como a ti mismo." De estos dos
mandamientos dependen toda la ley y los profetas”. Mateo 22:36-40
Si alguien afirma: «Yo amo a Dios»,
pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a
quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto. Y
él nos ha dado este mandamiento: el que ama a Dios, ame también a su hermano. 1
Juan 4:20-21
Queridos hermanos, amémonos los unos a
los otros, porque el amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido de él y lo
conoce. El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. 1 Juan
4:7-8
Entendemos que el amor no tiene sustituto y debe ser la motivación de
toda nuestra acción.
QUINTO DIA DE LA SEMANA: LA BIBLIA DEL HORNO
57 ¡Señor, eres mío!
¡Prometo obedecer tus palabras!
58 Deseo tus bendiciones con todo el corazón;
ten misericordia, como lo prometiste.
59 Consideré el rumbo de mi vida
y decidí volver a tus leyes.
60 Me apresuraré sin demora
a obedecer tus mandatos.
61 Gente malvada trata de arrastrarme al pecado,
pero estoy firmemente anclado a tus enseñanzas.
62 Me levanto a medianoche para agradecerte
por tus justas ordenanzas.
63 Soy amigo de todo el que te teme,
de todo el que obedece tus mandamientos.
64 Oh Señor, tu amor inagotable llena la tierra;
enséñame tus decretos. Salmos 119:57-64
¡Prometo obedecer tus palabras!
58 Deseo tus bendiciones con todo el corazón;
ten misericordia, como lo prometiste.
59 Consideré el rumbo de mi vida
y decidí volver a tus leyes.
60 Me apresuraré sin demora
a obedecer tus mandatos.
61 Gente malvada trata de arrastrarme al pecado,
pero estoy firmemente anclado a tus enseñanzas.
62 Me levanto a medianoche para agradecerte
por tus justas ordenanzas.
63 Soy amigo de todo el que te teme,
de todo el que obedece tus mandamientos.
64 Oh Señor, tu amor inagotable llena la tierra;
enséñame tus decretos. Salmos 119:57-64
¿No es mi palabra… dice el Señor… como martillo que quebranta la piedra?
Jeremías 23:29
Siendo renacidos… por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. 1 Pedro 1:23
«Un compañero y yo llevábamos una
vida disoluta, buscábamos todo tipo de placeres y no hacíamos nada útil. Yo no
era rico, pero mi compañero financiaba los gastos de nuestras vidas
desordenadas. Me habían regalado una Biblia, pero no sólo no la leía, sino que
la despreciaba al punto de mutilarla arrancando una página tras otra para
encender mi pipa. Pero un día la Biblia desapareció, luego mi compañero se
alejó de mí, por ello no pude seguir viviendo en la pereza y los placeres.
Fui a verlo y me dijo lo siguiente: Tengo que confesarte algo: ¡Robé tu Biblia! Un día fui a verte y no encontré a nadie, entonces tomé el primer libro que vi, es decir, tu Biblia. La abrí, y este fue el texto que leí: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28). ¡Quedé impresionado! Como quería seguir leyendo, me llevé tu Biblia. ¡Qué descubrimiento! Ella me mostró que yo era un gran pecador ante Dios, un hombre cargado que necesitaba descanso. Este descanso lo hallé en Jesús. Él es mi Salvador. Ahora soy un hombre feliz, pero tengo que pedirte perdón por haber tomado tu Biblia sin tu permiso.
Después del testimonio de mi amigo yo también leí la Biblia y pronto tuve un encuentro con Jesucristo, el Salvador a quien necesitaba».
Querido lector, ¿quiere cambiar de vida, ser liberado de una carga? ¡Lea la Biblia y pida a Jesús que haga lo mismo con usted!
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