Febrero 23 – 28 2015
Palabra
Rhema del año: “Todos los que
salgan vencedores se sentarán conmigo en mi trono, tal como yo salí vencedor
y me senté con mi Padre en su trono”. Apocalipsis 3:21 Año de la conquista.
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Frase para resaltar del mes: En CDA DECIDIMOS… Que conocer
acerca de Dios, sin conocerle a El y experimentar Su presencia, no tiene
sentido.
TEMA: LA PRESENCIA DE DIOS
Verso del Mes: Nadie podrá
hacerte frente mientras vivas. Pues yo estaré contigo como estuve con Moisés.
No te fallaré ni te abandonaré. Josué 1:5
PRIMER DIA DE LA SEMANA. Moisés y la presencia de Dios
El poder de la presencia de Dios – ¡y cómo podemos
apropiarnos de ese poder!
Las Escrituras proveen ejemplos interminables de
cómo la presencia de Dios le da poder a sus hijos para vivir para él. Y uno de
los más poderosos de estos ejemplos se encuentra en la vida de Moisés.
Moisés estaba convencido que sin la presencia de
Dios en su vida, era inútil que él intentara cualquier cosa. Cuando él habló
cara a cara con el Señor, el dijo, “…Si tu presencia no va con nosotros, no nos
hagas partir de aquí.” (Ex. 33:15). Él estaba diciendo, “Señor, si tu presencia
no está conmigo, entonces no iré a ninguna parte. ¡No daré un solo paso si no
estoy seguro que estás conmigo!”
Moisés sabía que era la presencia de Dios en Israel
que distinguía al pueblo de otras naciones. Y lo mismo es cierto de la iglesia
de Jesucristo hoy en día. Lo único que nos distingue de los incrédulos es que
Dios “está con nosotros” – dirigiéndonos, guiándonos, obrando su voluntad en y
a través de nosotros.
A Moisés no le importaba como otras naciones
recibían su dirección, formaban sus estrategias, dirigían sus gobiernos o sus
ejércitos. Él dijo, “Nosotros operamos en un principio. La única forma en que
podemos ser guiados o gobernados, para hacer guerra y sobrevivir en esta
tierra, ¡es teniendo la presencia de Dios con nosotros!
“Cuando la presencia del Señor esta en nuestros
medios, nadie nos puede hacer daño. Pero sin él, somos impotentes, reducidos a
nada. Deja que todas las naciones de este mundo confíen en sus ejércitos
poderosos, sus carros de hierro, sus soldados amaestrados, y sus armas nuevas.
¡Nosotros confiaremos en la presencia manifiesta de nuestro Dios!”
Esta es la forma en que Dios contesto la audaz
declaración de Moisés: “…Mi presencia irá contigo, y yo te daré descanso.”
(verso 14). ¡Que increíble promesa! La palabra hebrea para “descanso” aquí es
“un descanso tranquilo y confortable.” Dios estaba diciendo, “¡No importa los
enemigos o las pruebas que enfrentes, siempre podrás encontrar un descanso
tranquilo en mi!”
Piensa en esto: Si una iglesia tiene la presencia
manifiesta de Dios en sus medios, no habrá ajetreo ni bullicio, sudor o lucha.
Las reuniones de adoración no serán apuradas, con tres canciones, una ofrenda y
un sermón corto. Al contrario, habrá un paz calmante, un descanso tranquilo –
¡y todos los que entren por las puertas lo sentirán!
Por supuesto que esto no quiere decir que una
iglesia no experimente alabanzas estrepitosas o adoración exuberante. Por el
contrario, creo que esas cosas son el resultado de un pueblo que está en
descanso. Un cuerpo que tiene la presencia de Dios en sus medios vivirá, se
moverá y adorara con una confianza tranquila en el Señor en todo tiempo.
Lo mismo es cierto para todo cristiano
individualmente. Si tienes la presencia de Jesús en tu vida, experimentarás el
orden divino de Dios. Tendrás una paz y una calma, sin apuro o ansiedad, sin
correr de un lado a otro buscando consejo, sin sentirse sin fundamento.
¡Vivirás en descanso, sabiendo que Dios tiene todo bajo control!
Por David Wilkerson
7 de Diciembre del 1998
7 de Diciembre del 1998
Tarea: Escribe en tu cuaderno como puedes tener la presencia de Dios.
SEGUNDO DIA DE LA SEMANA.
La Conquista de Caleb Parte 1 Por
Charles Stanley
¿Cómo pudo decir Caleb: “Dame, pues ahora este monte”
(Jos 14.12)? Tenía 85 años de edad. ¿No estaba ya demasiado viejo para
conquistar territorios e instalarse en una nueva tierra? ¡Por supuesto que no!
Él había esperado toda una vida para recibir la promesa de Dios, y estaba tan
deseoso de ver su sueño convertido en una realidad, como lo había estado cuando
tenía 40 años, la primera vez que exploró la Tierra Prometida (Nm 13-14).
En efecto, le dijo a Josué: “Todavía estoy tan fuerte
como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora”
(Jos 14.11). Caleb sabía cómo mantenerse joven y productivo. Tuvo que esperar
años para que la bendición de Dios se materializara, pero nunca perdió la
esperanza, nunca dejó de soñar, y nunca puso en duda la bondad de Dios. Tenía
un objetivo fijo, y ni siquiera 40 años de deambular por el desierto fueron
suficientes para que eso lo desalentara o desanimara.
¿Puede usted decir lo mismo? ¿Se ha preguntado alguna vez
adónde se fueron sus sueños? La primera vez que Josué y Caleb vieron la Tierra
Prometida, supieron que sería de ellos. Así lo había dispuesto Dios, pero el
temor se apoderó de los corazones de los israelitas. El informe negativo dado
por los otros espías parecía frustrar sus sueños. Sin embargo, Josué y Caleb se
mantuvieron fieles, creyeron que regresarían, y tenían la confianza de que la
próxima vez que entraran en la tierra la conquistarían. Esta verdad fue su
motivación. Esta verdad los mantuvo inspirados. Podemos imaginarlos
levantándose cada mañana, pensando en la promesa de Dios. Son muchas las
personas que temen soñar porque creen que sus sueños son demasiado grandes para
Dios.
El Señor puso en el corazón de Caleb un sueño al que
tendría que responder. ¿Se mantendría centrado y motivado, o dejaría que su
corazón estuviera agobiado con las preocupaciones de la vida? Hoy día, los
consultorios de los médicos están llenos de personas que están tratando de
vivir con sus sueños destrozados. Por muchas razones, han visto que sus vidas
han dado un giro triste, y ahora se preguntan qué les deparará el futuro. Están
físicamente enfermos por el desengaño, y tienen la necesidad de aliviar su
dolor.
Josué y Caleb tuvieron que soportar abrumadoras
circunstancias para poder volver al lugar que Dios les había prometido. Habían
sido testigos de la muerte de toda una generación de personas —de las que se
enfrentaron al Señor y se negaron a entrar en la Tierra Prometida en
Cades-barnea. Pero la Biblia no dice que alguno de ellos hizo un comentario
negativo. Al igual que muchas personas hoy, se reinventaron a sí mismos al
aprender nuevas habilidades. Josué se convirtió en un líder, y Caleb se volvió
más fuerte, de modo que cuando regresó, pudo tomar posesión de la región
montañosa, y no de las tierras llanas.
¿Estas dispuesto o dispuesta a conquistar tus sueños?
TERCER DIA DE LA SEMANA
La Conquista de Caleb Parte 2 MANTENGA
VIVOS SUS SUEÑOS Por Charles Stanley
Estoy tan fuerte hoy como cuando Moisés
me envió a esa travesía y aún puedo andar y pelear tan bien como lo hacía
entonces. Josue 14:11
Manténgase amando a Dios y a las
personas. Él nos dice: “Y amarás a Jehová
tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas” (Dt
6.5). Observe que esto incluye nuestras emociones, nuestros pensamientos y
nuestro bienestar físico. Él nos bendecirá cuando nuestros corazones estén
puestos en Él —lo cual implica aprender a amar a los demás y dejarnos amar por
ellos. También implica perdonar a quienes nos hieran. Si usted desea
experimentar plenamente el amor de Dios, no puede aferrarse al pasado o al
resentimiento. Amor incondicional es lo que Dios le da, y eso es lo que Él
quiere que usted dé a los demás.
Manténgase aprendiendo. Si usted deja de aprender, comenzará a envejecer. El
desaliento es una de las principales herramientas del Enemigo. Él quiere
pararnos en seco. Pero cuando estamos decididos a seguir adelante y a aprender
algo nuevo, sus planes se descarrilan rápidamente. Si usted se encuentra ahora
en una situación difícil, pídale al Señor que le dé una promesa de esperanza.
Después de esto, comience a tener la confianza de que Él dará respuesta a sus
necesidades, leyendo y estudiando las vidas de los hombres y las mujeres de la
Biblia.
Manténgase riendo. La risa es uno de los mejores remedios para curar la
tristeza, el desánimo y la desilusión. Libera sustancias químicas en el cerebro
que ayudan a levantar el ánimo. Físicamente, nos relaja, y alivia la tensión y
el estrés. Creo que Jesús fue una persona feliz que reía mucho; por la Biblia
podemos ver que a la gente le gustaba estar con Él. La gente se siente
naturalmente atraída por las personas cuyos rostros reflejan amor y regocijo.
Caleb y Josué descansaban en el cuidado de Dios, y creo que la risa fue una
parte de su camino a la bendición.
CUARTO DIA DE LA SEMANA
La Conquista de Caleb Parte 2 MANTENGA
VIVOS SUS SUEÑOS Por Charles Stanley
Así que dame la zona montañosa que el Señor me prometió. Tú recordarás que,
mientras explorábamos, encontramos allí a los descendientes de Anac, que vivían
en grandes ciudades amuralladas. Pero si el Señor está
conmigo, yo los expulsaré de la tierra, tal como el Señor dijo». Josue 14:12
Manténgase mirando hacia Dios. ¿Quiere usted que sus sueños se clarifiquen? ¿Desea tener
una orientación segura? ¿Anhela usted saber más acerca de sí mismo, del Señor,
y de este mundo? Entonces debe alzar su mirada al cielo. Mire hacia Dios, y
observe las maneras como Él actúa en su vida. Alguien me dijo recientemente que
no creía haber visto a Dios en su trabajo. Yo le dije: “Sí, si lo ha visto.
Usted llegó a trabajar sin tener ningún accidente esta mañana, ¿no?”
Manténgase olvidando. Fórmese el hábito de olvidar los fracasos y las
frustraciones. Las personas que están constantemente mirando hacia atrás no
pueden avanzar. En vez de alimentar remordimientos por cosas que sucedieron
años atrás, aprenda a vivir en el presente y a tener un gran sueño en cuanto al
futuro. Dios quiere que usted aprenda de sus errores, pero también que siga
avanzando. Las palabras de Pedro nos alientan a poner todas nuestras
preocupaciones y ansiedades sobre el Señor (1 P 5.7). O quedamos atrapados por
el pasado, o podemos avanzar hacia la libertad, la esperanza y la promesa,
confiando en que Dios va a responder las oraciones más genuinas de nuestros
corazones.
Manténgase anhelando. El Señor puso un sueño en el corazón de Caleb, y pasara
lo que pasara, el sueño permanecería. ¿Hubo momentos en que su fe fue puesta a
prueba? Probablemente sí. Como la mayoría de nosotros, pudo haberse preguntado
si alguna vez volvería a ver la Tierra Prometida. Pero no se dio por vencido.
Usted no tiene que rendirse ante las dudas o los temores. El poder creador de
nuestra mente es un don de Dios. Cuando usted deja de utilizarlo, comienza a
envejecer. Siga adelante, ¡sueñe en grande y vea como Dios hace lo imposible en
su vida!
QUINTO DIA DE LA SEMANA
Lectura Salmos 102, Mencionamos
aquellas cosas que queremos conquistar y damos gracias a Dios en oración.
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