2. Planee con tiempo cada uno de los procesos y actividades. Así se evitarán las improvisaciones que tanto daño hacen a la calidad.
3. Ponga los cinco sentidos en lo que hace, “atención y concentración”: requiere esfuerzo pero vale la pena por la calidad obtenida.
4. No se acelere, declárele la guerra a las urgencias. Serenidad, calma, pero sin pausa.
5. Revise las cosas dos veces. Tenga una actitud permanente de autoevaluación de sí mismo y de todo lo que hace. No se conforme con la calidad obtenida.
6. Cuidando las cosas pequeñas, la calidad se convierte en excelencia: cada vez un poco mejor.
7. Tenga ojos para ver lo que otros no ven: detalles que pueden ser mejorados. Detecte los problemas cuando son pequeños y soluciónelos en ese momento.
8. De nada sirve cuidar la calidad de vez en cuando, o en algunos procesos. La calidad es en todo y siempre.
9. Armonía en los detalles. Buen gusto. La calidad es bella y lo pequeño es hermoso.
10. Calidad en nuestro ser. Calidad en nuestras actividades. Calidad en las cosas.
En esta semana recuerda...
“Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes”
Jeremías 33:3
GUILLERMO RAMIREZ B.P.
ACONCAGUA: El Centinela de Piedra
E-mail: aconcagua@telmex.net.co
Tomado de momentos
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