Yo me llamo... Jesucristo

 Yo me llamo... Jesucristo

Por: Carlos Figueroa

Texto: 1 Corintios 11:1 “y ustedes deberían imitarme” NTV

Introducción

En la televisión Colombia por esta época se imite un programa llamado YO ME LLAMO, en este, las personas asumen la conducta, habilidad de un cantante famoso para competir por  $700.000.000 (Us200.000) si logran hacer la imitación parecida el jurado calificador determina SI TE LLAMAS... (Nombre del famoso) lo que quiere decir que la persona continua en concurso para soñar con la jugosa cantidad de Dinero. En la vida real las personas de manera consciente  o inconsciente imitan a otros, a un artista, cantante, profesor padres, cultura, subcultura, amigos, políticos, pensadores; esto poco a poco determina el actuar pues se adopta las palabras, gestos, el físico, manera de sentir y de pensar, que con el tiempo se evidencia en una conducta constante llevando en algunos casos a adoptar un estilo de vida. 

La Palabra de Dios nos sugiere qué y a quién debemos imitar:

¿Qué se puede imitar?
Imitar lo Bueno a lo malo: 3 Juan 1:11 Menciona la imitación de lo bueno y lo malo. Para poder imitar algo hay que conocerlo profundamente para realizar un parecido representativo. “Si haces lo bueno conoces realmente a Dios”

¿A quién debemos imitar?
Imitar a Dios: Efesios 5:1.
Imitar a Cristo: 1 Corintios 4:16 y ruega que le imiten.
Imitar a los hombres y mujeres de Dios:

o   A Pablo y desechar a los enemigos de Dios. Filipenses 3: 17-18,

su trabajo 1 Tes 3:7.

o   Imitar a los Héroes de la fe Hebreos 6:12-15.

o   Imitar a los siervos de Dios Hebreos 13:7.

Conclusión

Romanos 12: 1-2 “Por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Esa es la verdadera forma de adorarlo. No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.”