¿Nunca se sintió como Hércules luchando contra la Hidra? Yo sí: con mi trabajo. Cuando terminaba una tarea, aún quedaban más por hacer. Cada vez que cortaba una cabeza, dos más aparecían en su lugar...
Todos decimos que valoramos el equilibrio, que la familia es lo primero, que necesitamos tiempo para descansar... pero, cuando "hay que terminar esa tarea" es muy difícil vivir de acuerdo con esos valores. Durante años creí que mi "identidad" era mi trabajo: que yo era aquello que hacía. En aquel tiempo no me consideraba un "obsesivo", sino alguien "comprometido". Así, hacía lo que fuera necesario para terminar el trabajo: ocupaba noches, fines de semana, hora del almuerzo, etc...
Pero con el tiempo, descubrí una triste -aunque reveladora- verdad: podía trabajar 24 horas al día, siete días a la semana, podía trabajar durante diez vidas enteras... y aún así tener trabajo pendiente! Nunca hay suficiente tiempo para hacer todo el trabajo... porque siempre habrá más.
Este "darme cuenta" me obligó a re-priorizar mis metas: ya no podía cumplir con todo aquello que pretendía hacer. Antes, lo más probable era que terminara eligiendo las tareas más fáciles, más cortas o más divertidas... en lugar de las más importantes. Ahora, debo elegir estratégicamente.
Por supuesto, terminar una tarea es motivante: siempre hay un sentimiento de satisfacción cuando terminamos nuestras "tareas pendientes", pero también es gratificante descubrir que -algunas de esas tareas- son sólo buenas ideas que pueden esperar.
También aprendí a delegar en otras personas y a terminar primero aquellas cosas mías, de las que dependen los demás para hacer su trabajo. El resultado, fue una planificación basada en "tareas clave". Finalmente, reduje mi lista de "cosas por hacer" con un método muy simple, pero efectivo:
1. Multiplico mis esfuerzos: ¿Qué tareas pueden utilizarse en más de una forma? ¿Puede este esfuerzo ser parte de más de un proyecto?
2. Multiplico mis resultados: ¿Qué tareas tienen beneficios a corto y a largo plazo? ¿Qué productos de una tarea pueden ayudarme a resolver otras?
3. Multiplico mis fortalezas: ¿Qué tareas resultan más efectivas, rápidas y fáciles para mí, que para otra persona?
4. Multiplico mis recursos: Así como elijo las tareas con las que me siento más fuerte, delego aquellas frente a las cuales me siento más débil, o con menos recursos. ¿Qué tareas resultan más efectivas, rápidas y fáciles para otra persona que para mí?
Antes de comprender las limitaciones -propias y ajenas- frente a todo trabajo solía pensar que, si admitía que no había suficiente tiempo para hacer todo, estaría siendo improductivo. Entonces, si quería ser productivo, debía hacer más: más horas, más proyectos, más clientes, más solicitudes, etc... Terminar una tarea y pasar a la siguiente solía ser mi principal objetivo.
Pero terminar no siempre es lo más efectivo. Un gran problema que enfrentan las organizaciones -y las personas- es el tiempo extra. Todos conocemos empresas en las que es imposible obtener un ascenso si nos retiramos a horario. En una empresa con esa política, ¿cuán motivados podemos estar? Si sabemos que nos quedaremos 3 horas más... ¿cómo nos sentiremos a la mañana siguiente?
En este aspecto, es importante destacar la "visión sueca": en Suecia, las personas que trabajan luego de su horario son consideradas ineficientes. Allí, la cultura organizacional dice "Si no puedes terminar tu trabajo en tu horario normal, entonces tienes un problema de administración de tiempo".
Es meritorio hacer horas extras... pero no podemos pretender que no existan costos. Desde luego, todos tenemos plazos que cumplir... y no somos suecos. Ocasionalmente, me acuesto más tarde para terminar un informe, pero es la excepción y no la regla.
Al reconocer que -de cualquier modo- no terminaré todo el trabajo (y que puedo hacerlo mañana o la semana próxima), cuando digo "Querida, tengo que trabajar hasta tarde" vivo un conflicto interno que antes ignoraba. Es un descubrimiento que me "libera" y me permite vivir la vida en la que genuinamente creo. Una vida en la que realmente "soy lo que hago" porque hago aquello que valoro. Y esto incluye mi trabajo; mi familia; mis amigos; mi salud, etc. Quiero ver mi trabajo completo... pero también quiero ver mi vida completa
“Toma hoy la decisión de ir, no en pos de tus sueños, sino de los que Dios tiene para ti…”
“Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes”
Jeremías 33:3
GUILLERMO RAMIREZ B.P.
ACONCAGUA: El Centinela de Piedra
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