Salmo 8:3-4 Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste, Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites?
En 1991 cuando el Voyager2 dejo Neptuno y se dispuso a salir del sistema solar, giró para tomar la ultima foto de la tierra, entonces pudimos ver la imagen más lejana de nuestro planeta tierra a 6.000 millones de kilómetros. El más distante punto de la tierra visto por el hombre y tal vez no tenga particular interés, pero para mí es diferente. Consideremos nuevamente este punto.
Ese punto en el universo es nuestro hogar, eso somos nosotros, en él estamos todos los que amamos, todos los que conocemos, todos de quienes has oído hablar y todos los seres humanos quienes fueran, y que han vivido su vida.
El conjunto de nuestras alegrías y sufrimientos, miles de religiones, ideologías y doctrinas económicas, cada cazador y cada recolector, cada héroe y cada cobarde, cada creador y cada destructor de civilizaciones, cada rey y cada plebeyo, cada joven pareja de enamorados, cada padre y madre, niños con esperanza, inventores y exploradores, cada formador de moral, cada político corrupto, cada superestrella, cada líder supremo, cada santo y pecador de la historia de nuestra especie ha vivido allí, una mota de polvo suspendida en un rayo de luz.
La tierra no es más que un pequeñísimo grano que forma parte de una vasta arena cósmica. Piensa en los ríos de sangre derramadas por cientos de generales y emperadores para conseguir la gloria y ser los amos momentáneos de una fracción de este punto llamado tierra. Piensa en las crueles visitas que los habitantes de una esquina de ésta tierra hacen contra los apenas distinguibles habitantes de alguna otra esquina, con sus frecuentes malentendidos, su impaciencia por matarse unos a otros, con sus fervientes odios.
Nuestra postura, nuestra presunción imaginada, la falsa ilusión que tenemos de tener un lugar privilegiado en el universo son desafiadas por este pálido punto de luz que es nuestro planeta, que es una mota solida en la inmensa obscuridad cósmica.
En toda esta extensa obscuridad, no hay ninguna pista que la ayuda vendrá de otra parte para salvarnos de nosotros mismos. La tierra es el único mundo conocido hasta el momento capaz de albergar vida, no existe otro lugar, al menos en el futuro cercano al cual nuestra especie pueda migrar, visitar o establecerse. Aun no, nos guste o no, por el momento, la tierra es el lugar donde estamos.
Se ha dicho que la astronomía es una experiencia constructora de carácter y humildad y quizás no exista mayor demostración de la locura de la presunción humana que esta imagen de la tierra tan distante.
Para mi recalca la responsabilidad de compartir mas amablemente los unos con los otros para preservar y cuidar ese punto pálido y azul, el único hogar que hemos conocido. Carl Sagan (1934-1996)
En esta semana recuerda...
“Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes”
Jeremías 33:3
GUILLERMO RAMIREZ B.P.
ACONCAGUA: El Centinela de Piedra
E-mail: aconcagua@telmex.net.co
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