Los millenials, el nuevo niño, El docente y la educación

Mucho se está hablando de las diferentes generaciones que interactúan en la sociedad. Los tradicionalistas, los babyboomers, la Gen X, la Gen Y, y los millenials. Las cuatro primeras son ya adultos y su presencia, desarrollo e inserción en el medio es regulada por ellos mismos.


La quinta generación, los millenials son hoy niños aun y, dada su edad, la responsabilidad de su crecimiento es de sus padres, cualquiera sea la generación de estos. De sus padres, y de sus maestros.

Estos niños que hoy nos desesperan, tienen características particulares que los diferencian de las generaciones anteriores. Son producto de una crianza muy estimulada, con mucho reconocimiento y grandes posibilidades de cambio. Esto ha provocado en ellos una necesidad de zapping permanente, que se suma a su capacidad multitasking producto de una plasticidad cerebral mayor.

Así, entonces, su forma de divertirse es con internet, celular, televisor y videojuegos, todo junto y al mismo tiempo. Su poder de realizar varias tareas simultáneamente (capacidad multitasking) lo trasladan también a toda su vida. Tienen una gran atención distribuida, a la que se suma su necesidad de zapping.

El resultado es que necesitan cambiar su atención en tiempos breves. Saltan, digámoslo así, de un tema al otro y abarcan varias informaciones simultáneamente. Poseen otra noción acerca del tiempo y el espacio, y su pensamiento pasó de ser secuencial a funcionar en red. Si nos detenemos a observarlos descubriremos a los niños pendientes de los mensajes en su MSN, hablando por celular oralmente, o a través de mensajes de texto, escuchando música que bajan de algún programa de computadora y mirando el televisor como supervisando el programa que se está pasando. Pareciera ser que les resulta imperioso realizar varias tareas al mismo tiempo y buscar la entrada constante de información. Este comportamiento va desarrollando en ellos una alternancia, entre los estados internos de excitación y aquietamiento.

A veces esa conducta de atarse a los medios reemplaza la vida afectiva y las relaciones personales, transformándose de esta manera el deseo y la curiosidad en una necesidad de estimulación Así son ellos, y probablemente donde más se producen los conflictos que estas características provocan sea el ámbito educativo. Ya no son solo los padres los que manifiestan dificultades, si no que ahora también las padecen sus docentes.

Ante esta realidad la pregunta que nos surge es: ¿qué podemos hacer por ellos? Es evidente que el aula tranquila de mesa-bancos alineados, y de docente poseedor de la verdad, que trasmite conocimientos a lo largo de las horas de clase, a los efectos de que sus alumnos tomen nota, para luego repasar lo visto

Apoyándose en sus libros y en sus padres,... no va más.

Amerita ante el cambio del alumno, de sus características, de sus motivaciones, de sus necesidades, y de sus intereses que el docente también cambie. Se adecue a los nuevos desafíos que su educando le propone. Caminamos hacia un mundo donde el conocimiento es, día a día, el gran diferenciador de personas y pueblos. Estos niños de hoy son las mujeres y hombres del mañana. Son nuestro futuro. Es imprescindible el desarrollo en ellos de saberes, valores y competencias. ¿Pero que enfrenta el docente? Desatención, aburrimiento, inquietud, resistencia y hasta provocaciones. La mar de las veces no se logra motivar al niño, y se debe echar mano de penalizaciones para mantener la disciplina. Y la verdad, ese no es un ambiente óptimo de aprendizaje.

A este cuadro hay que sumar, por un lado, la necesidad de cumplir con el programa, y de promover el rendimiento del alumno que será evaluado en diferentes instancias. Siendo el resultado de estas evaluaciones un elemento de medición de la eficacia del docente .Por otro lado se adicionan las presiones y desilusiones de los padres de familia que se acercan , algunos pidiendo ayuda y otros con un reclamo de lo que sienten como promesas incumplidas.

Aquí la pregunta que sigue es: ¿Cómo hacer esa adaptación. Cómo lograr que este nuevo alumno aprenda, se interese y disfrute de su escuela? Es probable que el maestro deba desaprender modelos que hasta ayer sirvieron, pero que hoy han perdido eficacia. Modelos buenos que necesitan ser cambiados, o al menos rediseñados. El nuevo aula será un ambiente dinámico, ágil, donde haya rápida variación de actividades o enfoques, con intervención del alumno en interacción con el docente y las TIC. O sea, una real participación activa del alumno en la propuesta de aprendizaje.

Una de las mejores herramienta que el docente dispone para ello, son las estrategias didácticas de la teoría de las Inteligencias Múltiples. Un aula donde los niños trabajan por grupos en función de sus inteligencias más desarrolladas, interactuando con pares, sumando a su tarea la realizada de otra manera por los demás grupos, integrando e incorporando la información de diferente formas. Un aula donde un grupo, de inteligencia interpersonal, trabaja en equipo colaborativo.

Donde un grupo, de inteligencia musical, se esfuerza en ponerle música a un nuevo conocimiento .Donde otro grupo, de inteligencia espacial, trabaja en un power point , o en un mapa mental u otro tipo de gráficos. Donde un cuarto grupo, de inteligencia lingüística, desarrolla un informe. Donde un grupo, de inteligencia lógico-matemática, realiza una síntesis lógica con uso de analogías y silogismos.

Donde un grupo, de inteligencia físico- quinética, se prepara para hacer una actuación del tema. Donde algunos, en uso de su inteligencia intrapersonal, reflexionan en un auto aprendizaje refiriendo lo aprendido a su vida personal. Y donde un grupo, de inteligencia naturalista, realiza una observación inquisidora sobre el tema clasificando y experimentando.

Será un aula de cambios, de trabajo interdependiente por grupos, de búsqueda y complemento de información realizado de diferentes maneras que Luego, en una puesta en común, será integrado. Hay velocidad, hay cambios rápidos de un enfoque a otro, hay trabajo con las TIC, hay libertad, hay alegría .Surgen así oportunidades de desarrollo de la iniciativa, la creatividad y la responsabilidad.

Por supuesto no es necesario el trabajo en el aula con las ocho inteligencias simultáneamente.

Podemos empezar con cuatro, por seis..Podemos empezar por capacitarnos en la teoría de las Inteligencias Múltiples. Lo importante, lo valioso es que: ¡Podemos hacerlo!

Bibliografía

GARDNER Howard. (1995) Inteligencias Múltiples. Barcelona España Editorial Paidos
________________ (2000) El proyecto Spectrum. Madrid España Ediciones Morata
LAPALMA Fernando (2009) Los niños y las Inteligencias Múltiples Buenos Aires Argentina Editorial Nazhira



GUILLERMO RAMIREZ B.P.
ACONCAGUA: El Centinela de Piedra
E-mail: aconcagua@telmex.net.co