Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora,
Que va en aumento hasta que el día es perfecto.
El camino de los impíos es como la oscuridad;
No saben en qué tropiezan…
Examina la senda de tus pies,
Y todos tus caminos sean rectos.
No te desvíes a la derecha ni a la izquierda;
Aparta tu pie del mal (Proverbios 4.18–19, 26–27).
Que va en aumento hasta que el día es perfecto.
El camino de los impíos es como la oscuridad;
No saben en qué tropiezan…
Examina la senda de tus pies,
Y todos tus caminos sean rectos.
No te desvíes a la derecha ni a la izquierda;
Aparta tu pie del mal (Proverbios 4.18–19, 26–27).
MUERE PARACAIDISTAJan Davis, de sesenta años, veterana paracaidista profesional, participaba en un peligroso deporte llamado salto base: saltar desde objetos fijos como precipicios, torres. Fue durante un salto base que le llegó la muerte, el 22 de Octubre de 1999. Jan y los demás paracaidistas sabían que el salto base era ilegal en el Parque Yosemire. La ley se aprobó porque ya había habido seis muertes en ese lugar, junto con numerosos heridos, debido a saltos base.
En realidad, los cinco paracaidistas estaban protestando por las restricciones de salto en el parque y, de manera irónica, saltaban para probar que el deporte era seguro. Ellos no solo sabían los riesgos, sino que conocían la ley y la violaron adrede. Jan Davis pagó con su vida.
De igual modo, muchas personas creen que pueden violar adrede la ley de Dios. Al final la gente aprende, a veces de manera difícil, que las leyes de Dios están allí por una razón: nuestro bienestar.
Las leyes y principios de Dios fueron establecidos por Amor,
él quiere que podamos cumplirlos, desafortunadamente no es así, por tanto el pecado resulta en lo mismo:
1. EL PECADO SIEMPRE LE LLEVA MÁS LEJOS DE LO QUE USTED QUERÍA
Todo lo que Sansón quería era una esposa. Eligió una filistea, lo que en sí era pecado, pero probablemente pensó: «Cruzo la línea por esta vez. Terminará en un segundo, y regresaré y eso será todo. ¿Qué daño puede hacer? Ella me agrada y eso es lo que quiero».
Pero no terminó así. Una vez traspasó la línea, se encontró en pecado una y otra vez. Organizó una fiesta con mucha bebida, aun cuando se suponía que como nazareo no debía tocar ni siquiera el jugo de uva. Cuando se dio cuenta hacia donde iba, pudo haberse detenido diciendo: «No. Me equivoqué. Necesito volver a mi gente». Pero eso fue lo que no hizo.
En cambio, trató de impresionar a sus treinta compañeros con un enigma para obtener de ellos, por engaño, treinta costosas mudas de vestido. Cuando su esposa lo hizo revelar la solución del enigma, se hundió más todavía. Para pagar la deuda mató a treinta hombres para quitarles sus vestidos. Sabemos que estaba consciente de haber hecho mal porque antes de su siguiente acto de venganza, dijo: «Sin culpa seré esta vez respecto de los filisteos, si mal les hiciere» (Jueces 15.3). Al terminar su boda, Sansón estaba hasta el cuello de problemas.
2. EL PECADO SIEMPRE LE ATRAPA POR MÁS TIEMPO DEL QUE QUERÍA
Sansón puede haber tenido la intención de traspasar por poco tiempo la línea del pecado, pero terminó haciendo el recorrido completo y esto finalmente lo llevó a la destrucción. Después de la primera vez que Dalila trató de engañarlo y conocer el secreto de su poder, un hombre más sabio hubiera regresado a casa y se hubiera mantenido alejado de ella. Pero no Sansón. No pudo resistir, así que se quedó. Y estuvo allí hasta que Dalila «presionándole ella cada día con sus palabras e importunándole, su alma fue reducida a mortal angustia. Le descubrió, pues, todo su corazón» (Jueces 16.16–17).
Con frecuencia, el pecado tiene una apariencia seductora y promete satisfacción. Pero nunca cumple las promesas que hace. Y esto es lo que provoca que la gente permanezca en el pecado o regrese por más. Siguen esperando que la próxima vez cumpla sus promesas; pero nunca lo hace.
3. EL PECADO SIEMPRE CUESTA MÁS DE LO QUE ESTABA DISPUESTO A PAGAR
El precio siempre es más alto. Esa es parte de la sutileza del pecado. No solo el pecador siempre quiere más, sino que también el pecado exige más en pago, y la persona no lo reconoce hasta que es demasiado tarde.
Observe lo que ocurrió a Sansón después que le contó a Dalila el secreto de su poder:
Y ella hizo que él se durmiese sobre sus rodillas, y llamó a un hombre, quien le rapó las siete guedejas de su cabeza; y ella comenzó a afligirlo, pues su fuerza se apartó de él. Y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y luego que despertó él de su sueño, se dijo: Esta vez saldré como las otras y me escaparé. Pero él no sabía que Jehová ya se había apartado de él. Mas los filisteos le echaron mano, y le sacaron los ojos, y le llevaron a Gaza; y le ataron con cadenas para que moriese en la cárcel (Jueces 16.19–21).
Sansón pensaba que aún estaba a salvo y podía irse libremente «como antes», pero quedó atrapado. Su pecado le costó todo: su liderazgo, la vista y finalmente la vida.
La vida de Sansón—una vez llena de promesas y potencial—quedó sumergida en el pantano del pecado. Esto lo llevó a la destrucción. Pero hizo más que eso. El pueblo de Dios siguió esclavizado a los filisteos. Los israelitas no lograron liberarse completamente de la opresión de sus enemigos hasta el reinado de David casi cien años más tarde. Ningún líder puede abrazar el pecado.
PREGUNTA DE REFLEXIÓN:
¿Qué pecado está evidenciando en su vida?¿De la leyes o principios de Dios cual le parece mas difícil de cumplir?
ALGO PARA HACER
Revisar el compromiso con Dios de cada participante.
Ilustraciones perfectas / Maxwell, John C.: Los 21 Minutos Más Poderosos En El Día De Un Líder